River-Vélez: la mala noche del árbitro Andrés Merlos, cuestionado por sus errores desde todos lados

Andrés Merlos no tuvo una buena noche en el Monumental y quedó expuesto al no cobrar lo que es y luego sí sancionar lo que no es. Después de obviar dos claros penales para Newell’s en el clásico ante Rosario Central de la semana pasada, le llegó el desafío de afrontar River-Vélez en el Monumental, uno de los partidos más atractivos de la fecha. Y su tarea volvió a ser muy negativa.

El arbitraje fue tan malo que los dos planteles se fueron con bronca. Los jugadores de River reclamaron dos penales y una mano previa al penal que le sancionó (correctamente) a Vélez; mientras que los futbolistas del equipo de Liniers se quejaron con razón por el insólito penal que sancionó en el cierre del juego por una inexistente mano de Nicolás Domínguez.

Los problemas comenzaron a los 26 minutos del primer tiempo. El arquero Lucas Hoyos salió lejos a cortar una pelota y llegó a destiempo, llevándose puesto y golpeando en el rostro a Matías Suárez, quien cabeceó el balón y cayó en el área. Pero Merlos interpretó que no era falta, y el partido se le empezó a ir de las manos tras su error.

Esa jugada provocó el exaltado reclamo de Marcelo Gallardo, que discutió cara a cara con el árbitro, que impuso su autoridad y no dudó en cerrar la acalorada discusión con una tarjeta amarilla para el DT millonario, que no tuvo otra alternativa que agachar la cabeza y llamarse a silencio.

Luego, además de diferentes fallos que produjeron altercados constantes durante el juego, llegó la segunda acción discutida a los siete minutos del complemento: River reclamó un golpe de Gastón Gímenez con su pierna derecha sobre Julián Álvarez en un despeje en el área. Aunque el contacto existió, fue una jugada tan complicada como difícil de determinar a falta de VAR, por lo que Merlos decidió no sancionar penal.

Todo se desmadró a falta de diez minutos para el cierre. Tras una mala salida del fondo millonario, Thiago Almada quedó frente a Franco Armani, lo eludió y el arquero le cometió un penal que fue indiscutible. Pero todos los jugadores de River le protestaron al árbitro una mano previa del atacante en el control de la pelota. Más allá de que fue un roce involuntario, la mano existió y la jugada se podría haber anulado.

En los últimos instantes, Merlos completó su pésima actuación con un insólito penal a favor de los dirigidos por Gallardo: a los 44 minutos, cobró mano de Domínguez en el área tras un remate de Suárez, pero la pelota le pegó en las costillas al volante de Vélez. Para colmo, el mediocampista vio la segunda amarilla y terminó expulsado. Pese a la mala decisión, Hoyos tapó el penal que ejecutó Nacho Fernández y todo Vélez festejó a puro desahogo el triunfo.