Foyth, el chico que nunca se pone nervioso, aire fresco para la selección

"Parece que tuviera diez años en primera división, no se pone nervioso nunca", comentaban los hinchas del Pincha cuando Juan Foyth debutó, en marzo de 2017. El pibe se hizo notar enseguida: un poco por su firmeza, pero sobre todo por su talento. Un dominio inusitado para un defensor central.

Menos de una decena de partidos en Estudiantes le bastaron para que se lo disputaran un par de clubes de Europa, hasta que el Tottenham inglés desembolsó más de 12 millones de euros para quedarse con el joven futbolista que hoy tiene 20 años. Ni más ni menos que la venta más cara en la historia del club platense.

Alto y diestro, el nacido en La Plata siempre deslumbra por su buen manejo de pelota. Y esa virtud no es fruto de la casualidad: Foyth, de chico, era enganche. Era enganche y se soñaba enganche. ¡Para siempre! Es más: miraba al Milan para aprender del brasileño Kaká.

Al Pincha llegó en 2008 proveniente de Victoria, el club de su barrio. "Era un jugador distinto y jugaba como conductor porque tenía una técnica increíble y una pegada excelente. Dirigí a cientos de chicos y pocos me llamaron tanto la atención. Juan tenía una facilidad, una serenidad y una visión de juego sorprendentes", le cuenta a LA NACION Diego Bottegal, su director técnico en aquellos primeros años en Estudiantes.

El defensor convocado para la selección nacional tiene 20 años, fue la venta más cara en la historia de Estudiantes de La Plata y seduce a todos por su gran técnica individual.

Como Foyth se siguió estirando (hoy mide 1,87) cuando llegó a séptima división, a sus 16 años, lo probaron de central. La idea fue de los entrenadores Martín Gaimaro y Juan Krupoviesa, quienes primero sospecharon que podía rendir y luego se encontraron con un defensor férreo aunque con una prestancia asombrosa para salir jugando desde el fondo. La nueva posición tardó en seducirlo. A él le gustaba (le gusta, en realidad) crear juego. No destruirlo. Sin embargo, con el tiempo le encontró el gustito. Se dio cuenta de que, desde la cueva, también se las podía ingeniar para manejar la pelota. Sabe que su principal función es defender (lo aceptó), pero se siente pleno cuando logra que la bola llegue limpia a la zona media o bien cuando elude a un delantero adversario con una gambeta serena.

Sus auspiciosas producciones en las divisiones inferiores del Pincha lo depositaron en el seleccionado sub-20. El año pasado jugó el Sudamericano y también el Mundial. Con pocos encuentros en Reserva y sin haber ido al banco de los suplentes, le llegó el momento de presentarse en la primera de Estudiantes para reemplazar a Jonathan Schunke que estaba suspendido. Cuando la lógica indicaba que Nicolás Bazzana era el indicado para ocupar ese hueco, el DT Nelson Vivas se la jugó por Foyth. El resto es historia conocida: el pibe jugó con la templanza de un veterano y a los pocos meses, con nueve cotejos disputados, se lo llevaron a Europa.

17 partidos acumula en su corta carrera como futbolista profesional: 9 en Estudiantes de La Plata y 8 en el Tottenham de Inglaterra.

En el Tottenham, si bien es una alternativa y es muy bien considerado por el técnico Mauricio Pochettino, todavía no se afianzó como titular. Hasta ahora atesora ocho partidos oficiales. A pesar de que aún no logra consolidarse en la formación inicial, en el club inglés lo valoran y lo cuidan como si se tratase de un diamante. Hace unas horas, incluso, la institución celebró la noticia vía Twitter: "¡Para Juan, la Selección! Nos llena de orgullo saber que nuestro defensor, ex Estudiantes de La Plata, vestirá por primera vez la camiseta de la Selección Mayor de Argentina".

Foyth, citado para los próximos amistosos (contra Irak y Brasil), ya es parte de la renovación que atraviesa el seleccionado de la mano de Lionel Scaloni. ¿Con qué tipo de jugador se van a encontrar aquellos que nunca lo vieron en acción? Con un central que nunca se siente en aprietos.