La selección argentina viene en alza, con el impulso de su carácter, el contagio de Messi y un plantel que ofrece soluciones dentro de la cancha

DOHA.- Semifinales, instancia mágica. La alegría del deber cumplido, en cierto modo, porque el prestigio de jugar los siete partidos está garantizado, pero por otro lado… ¿quién podría conformase con eso, no? Es la antesala para que el sueño siga creciendo. Croacia obligará a volver a subir la exigencia. Imagino un duelo muy equilibrado, con vaivenes de dominio, con alternancia en el gobierno del encuentro.

Croacia ha hecho un camino silencioso por el Mundial, con dificultades, con cierta angustia hasta el final en el desenlace de su grupo, con tiempos extras y penales. Hasta eliminar a Brasil, un resultado que no aparecía en los planes. Y eso debemos tomarlo como un buen llamado de atención: Croacia es un equipo astuto. Experimentado. Atento a la lectura del juego para entender rápidamente qué le conviene hacer. Y no duda en ejecutarlo.

Lionel Messi y la marea naranja; una postal del partido dramático ante Países Bajos
Lionel Messi y la marea naranja; una postal del partido dramático ante Países BajosAníbal Greco - LA NACIÓN

Pero hay un rasgo que, entiendo, siento, nos pone con un pie de ventaja: la jerarquía de nuestros futbolistas. Y no lo resume a Leo, más allá del fabuloso Mundial que está haciendo Messi. No es solo Leo. El equipo es desafiante, atrevido. Recibe un golpe anímico como el que sintió contra Países Bajos, cuando el duelo estaba resuelto en los 90 minutos, y se recuperó. Volvió a ser protagonista en el suplementario y también mereció cerrar el cotejo antes de los penales. Pero no lo consiguió. Y fue a los penales y, según me han contado, a Scaloni le sobraban jugadores para ejecutarlos. Todos querían hacerlo. Eso entusiasma y llena de esperanza.

Rival complicado

Luka Modric, el símbolo de Croacia
Luka Modric, el símbolo de CroaciaGABRIEL BOUYS - AFP

Ahora, pongamos los pies sobre la tierra nuevamente. Vamos a enfrentarnos con un rival muy complicado. Sí, muy complicado. Porque tienen interesantísimos jugadores, un sistema de juego del que no se apartan y mucho temple para asumir situaciones adversas y saber resolverlas. Y joyas individuales que le llaman la atención al mundo. Dos en particular, el arquero Josip Lovakovic, probablemente el mejor del certamen hasta aquí, y el zaguero Josko Gvardiol, que con 20 años juega con la sapiencia y el aplomo de un veterano.

Dominik Livakovic se ha convertido probablemente en el mejor arquero del Mundial
Dominik Livakovic se ha convertido probablemente en el mejor arquero del MundialAlex Grimm - Getty Images Europe

No será sencilla Croacia. Porque además, todavía no me detuve en su motor, en su corazón, en la sala de máquinas. El mediocampo croata es un reloj. Jerarquía y carácter. Pasa todo por un crack como Luka Modric, que maneja no sólo la pelota de su equipo, sino también los tiempos del partido si se lo permiten. Es el cerebro, y no descubro nada. Pero también está muy bien rodeado. Tanto por Marcelo Brozovic como por Mateo Kovacic. A los dos los conozco muy bien. Brozovic está actualmente con nosotros, en Inter, y es muy dinámico, tiene un muy buen pie y está siempre dispuesto a los sacrificios y los recorridos largos; está entre los volantes con más kilómetros recorridos en la Copa del Mundo. Kovacic es un jugador que de muy joven estuvo en el Inter y hoy alcanzó una gran madurez; es muy completo.

Y no me olvido de Iván Perisic, campeón con nosotros en Inter en 2021, una pieza que en el uno contra uno es muy difícil de detener, y además, es muy valioso para su equipo en las dos fases del juego, porque es peligroso hacia adelante y muy solidario para atrás. El rasgo de la solidaridad y el compromiso abarca a todo el seleccionado croata. Son un equipo en todo el sentido de la expresión. Como nosotros, ahí nos espejamos.

Ivan Perisic celebra tras anotar el gol de Croacia en el partido contra Japón por los octavos de final del Mundial
Ivan Perisic celebra tras anotar el gol de Croacia en el partido contra Japón por los octavos de final del Mundial

La clave del partido estará en quitarles la pelota para cortar ese circuito virtuoso de juego que tienen. Que no puedan encadenar pases, que se empiecen a sentir incómodos desde la pérdida de la posesión. La Argentina cuenta con los recursos futbolísticos y la personalidad para lograrlo. No resultará sencillo, y es lógico ese escenario de dificultad… ¡se trata de una semifinal de la Copa del Mundo! Pero el equipo viene en alza, con el impulso de su carácter, el contagio de Messi y un plantel que ofrece soluciones. Los que juegan y los que entran. Esa comunión los condujo hasta acá. Y es el mayor atributo de la selección. Es uno. Son todos. Somos todos.

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