La reconstrucción
Platini sufrirá un papelón si los equipos grandes, como se prevé, terminan ridiculizando su política de sanciones a los clubes, que siguen acumulando deudas
Colonia, Alemania.- Andrew Jennings puso su mejor voz de Tom Waits y preguntó desafiante: "Dicen que el nuevo director de comunicaciones de la FIFA está en la sala? Hooola, ¿estás aquí?". Walter De Gregorio no tuvo más remedio que ponerse de pie. "Ah, ¿cuánto te pagan para venir a mentirnos?", le dijo Jennings. "Yo -ironizó De Gregorio- soy el delincuente. Por supuesto que no maté a nadie, aunque a veces me gustaría hacerlo. Jennings comparó a la FIFA con la mafia y es una falta de respeto no sólo para la FIFA, sino para las víctimas de la mafia. El anda por el mundo diciendo que está prohibido por la FIFA y así es el héroe, pero no está prohibido por sus preguntas, sino porque las conferencias de prensa tienen reglas estrictas y él las usa como plataforma personal." Se oyeron sorpresivos aplausos. Jennings replicó enumerando algunas de sus investigaciones sobre la FIFA. El periodista alemán Jens Weinreich, que unos minutos antes había asegurado que las votaciones de Rusia y Qatar como sedes de los Mundiales de 2018 y 2022 incluyeron pagos por 20 millones de dólares, apoyó a Jennings. "Yo también fui declarado persona no grata por la FIFA y quiero recordar que cuando saltó el escándalo de la quiebra de ISL y De Gregorio era editor de deportes de Blick, el diario suizo publicó dos páginas con el título «El delito más grande de la historia», con una gran foto de [Joseph] Blatter."
En la sesión inmediata, fue el turno del chileno Harold Mayne-Nicholls. "Nunca hice nada que yo considerara incorrecto dentro de la FIFA, estoy orgulloso de formar parte de la familia del fútbol." Y en la ronda , habló Jérôme Champagne, ex mano derecha de Blatter, que también elogió a la FIFA. El hecho, inédito, sucedió la semana pasada en el Congreso Play the Game, al que la FIFA siempre había rehusado asistir. Marcó, tal vez, parte de la nueva política que Blatter prometió a partir de octubre para reconstruir la imagen de la FIFA, tras los últimos escándalos de corrupción que provocaron sanciones y renuncias de varios miembros del comité ejecutivo. De Gregorio, periodista deportivo del año en Suiza, es parte de la reconstrucción. "Acusan a la FIFA. ¿Y qué?", había dicho De Gregorio, en una entrevista cuando todavía era periodista. "La corrupción -afirmó- es parte de nuestro día tras día. El engaño es parte de la vida. Todos somos corruptibles. ¿Quién no obtuvo alguna vez una pequeña ventaja en un restaurante?", se preguntó.
El Congreso Play the Game trascurrió en Colonia. Alemania es el país más crítico de la FIFA. Lidera las quejas el ex jugador y actual dirigente Karl-Heinz Rummenigge. "¿Qué Rummenigge? ¿El que jugó en la selección alemana que en el Mundial de España 82 combinó un resultado con Austria para clasificarse ambos y dejar afuera a Argelia?", me dice Champagne. El ex FIFA me pregunta también por qué la UEFA de Michel Platini quiere imponer ahora límites a los gastos de los clubes. "¿No será porque no le gusta que los nuevos dineros del fútbol sean rusos o árabes?"
Los clubes son los más vigilados en Europa. Por supuesto que hay puntos conflictivos, pero la Bundesliga tiene la mejor asistencia, los boletos más equilibrados, la televisación más democrática y las regulaciones más serias entre las ligas top. Aunque algunos "privaticen" su departamento de fútbol, la propiedad del club debe permanecer en un 51 por ciento en manos de sus socios. El nuevo trabajo en las juveniles empujó la aparición de figuras, como Mesut Ozil y Sami Khedira, y ahora el talentoso Mario Gotze del Borussia Dortmund, un club que siempre cubre la capacidad de 80.000 asientos de su estadio. Sólo tres de los 36 clubes de Primera y Segunda de Alemania tienen cuentas en rojo. Una minucia comparada con la deuda de los clubes españoles, que en los últimos 20 años pasó de 170 a 4000 millones de euros, denunciada tres días atrás por el economista José María Gay de Liébana.
Peor es el rojo de los clubes ingleses. "Pero mejores salarios llevan al triunfo y el triunfo genera ganancias", afirmó en Colonia el economista inglés Stefan Szymanski. Dijo que los clubes, como los bancos, sienten que jamás desaparecerán. De los 68 clubes que desde 1982 se declararon en cesación de pagos en Inglaterra sólo dos desaparecieron. Szymanski, autor del libro Soccernomics (junto con Simon Kuper), dijo entonces: "El fútbol es el negocio más estable que existe en el planeta". Y, como suponen muchos, calificó de "inútil" y de "impracticable" la política de Fair Play Financiero (FPF) anunciada por Platini a partir de 2013, para que los clubes dejen de gastar más dinero del que ingresan. "¿Acaso les prohibirá a Real Madrid o a Barcelona jugar en la Liga de Campeones?", se preguntaron muchos en Colonia.
La ciudad alemana sabe lo que es una reconstrucción. Recibió 262 bombardeos de las fuerzas aliadas que derrocaron a Hitler. Media ciudad fue destruida. Son 31 metros cuadrados de escombros por habitante. En 1945 quedó sólo el ocho por ciento de la población. Colonia fue una de las 131 ciudades que recibieron en total un millón de toneladas de bombas. Un horror que, como escribe W.G. Sebald en su libro Sobre la historia natural de la destrucción, la propia Alemania esquivó por décadas, acaso porque lo sintió como un castigo merecido. El libro habla de gente que vivió años bajo la tierra, entre ratas, gusanos y moscas. De madres que viajaban con restos de sus hijos en las valijas. De perder la capacidad psíquica de recordar. Y del derecho al silencio. De esconder las emociones. Y de hacer del defecto una virtud, para reconstruir sin mirar atrás. Heinrich Boll escribió el horror en 1949. Su libro, El Á ngel callaba, no se publicó hasta 1992. Casi medio siglo después.
Hablo del tema justamente en la plaza Heinrich Boll con Sylvia, uno de los 5200 jóvenes que paga cerca de 100 euros mensuales para estudiar en la fabulosa Universidad Alemana del Deporte de Colonia, sede del Congreso de Play the Game. Todos los panelistas que hablan de la FIFA dan por sentado que Blatter se irá en 2015, porque así lo prometió. Y descuentan que Platini será el sucesor. Me permito dudar. Me lo sugieren algunas de las fuentes que consulté en Colonia. Platini sufrirá un papelón si los equipos grandes, como se prevé, terminan ridiculizando su política de sanciones a los clubes que sigan acumulando deudas. El brasileño Ricardo Teixeira es el otro potencial sucesor. Llevará a la selección de Brasil por todos lados a cambio de un voto. Su ex suegro, João Havelange, ganó la elección de 1974 de la mano de Pelé. Teixeira llevará a Neymar a la Luna si es necesario. Pero el brasileño, más vulnerable, y sin Europa detrás suyo, sería un rival fácil de eliminar si Platini queda fuera de carrera. Blatter ya demostró que no teme negar las evidencias. Octubre marcó e inició la reconstrucción. Y, como me dijo De Gregorio en Colonia, la tarea será de aquí hacia adelante, sin mirar atrás. Blatter sabe que no le conviene.
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