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Miguel “la Bestia” Merentiel: cómo la tercera opción de Almirón se ganó un lugar en la delantera de Boca
Llegó a préstamo para levantar el nivel de Benedetto: hoy es el socio de Cavani y fue una pieza clave frente a Palmeiras
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El pasaje que sacó Boca rumbo a la final de la Copa Libertadores lo empezó a adquirir en Uruguay. Sí, es cierto que Edinson Cavani firmó el único gol xeneize en el empate en uno ante Palmeiras, en el Allianz Parque, que luego derivó en los nuevamente exitosos penales, pero a él no se dedica la referencia por más que la sangre charrúa también esté en su gen. Quizás, que el “Matador” se lleve permanentemente las miradas, como en este caso, sirva para reflejar la realidad de quien está detrás de los principales carteles. Porque, con humildad, Miguel Merentiel acepta y asume ser la opción, si se quiere, más terrenal entre los ‘9′ del plantel. Sin embargo, aun desde ese lugar, encendió una ilusión muy grande.
Porque arribó al club a comienzo de año, en silencio y sin demasiada efusividad en la gente, con la misión de brindarle competencia a Darío Benedetto y levantarlo del bajo rendimiento y el semblante caído. Siempre de atrás. Logró su parte: se ganó el puesto, pero no fue constante y generó dudas.
Miguel Merentiel abre la cuenta frente a Nacional de Montevideo
Después de mucho tiempo está reencontrándose con su mejor forma y se vuelve a sentir importante: mientras el elenco azul y oro estuvo en ventaja el jueves, fue el mejor futbolista del equipo. Hasta el punto de de que los hinchas, en quienes no estaba deslumbrando últimamente, quedaron incrédulos y desde las redes sociales cuestionaron a Jorge Almirón por su decisión de que fuera el primer cambio. Es que, si bien se entiende la necesidad de retocar la formación a raíz de un elenco paulista más agresivo en la segunda parte, la “Bestia” no merecía ser la víctima.
Rugió. Quizás, con la voz baja del que no está –ni parece desvelarlo estar- en los grandes flashes. Pero su presencia estuvo tan resaltada que fue inevitable no visualizar su enorme influencia. Desde su confianza para que Boca encontrara en sus pivoteos la calma para crear algo de juego. Desde su funcionalidad en el orden táctico que planteó el entrenador para jugar los primeros 45 minutos, algo símil a lo hecho en la Bombonera: Almirón volvió a apostar por la dupla uruguaya para repartir y alternar entre ellos la presión a los zagueros y la pegajosa marca sobre los volantes de contención del conjunto paulista (especialmente, Zé Rafael).
Eso, como parte de la química que empieza a verse con Edinson: mientras los pelotazos buscan al ‘10′ por su porte, Merentiel se mueve hacia donde ya sabe que le llegará el balón de su compatriota. Uno le sirve al otro. Se desgastan por el otro. E intentan abastecerse. Vaya si lo logró el exatacante de Defensa y Justicia. Si alguno sigue asombrado con la jugada, es normal. No porque no sea capaz, sino porque se entiende complejo hacer lo que hizo en una semifinal copera, definitoria y de visitante. Hizo fácil lo difícil.
En un terreno complejo por el césped sintético, guapeó cuantas veces se le ocurrió contra el duro Gustavo Gómez. En ocho segundos, primereó al paraguayo con un cabezazo en tres cuartos de campo “Verdão” para hacerlo correr por la banda; desaceleró para dejar picar dos veces el balón y engañar con sus intenciones, pero taqueó por el costado del defensor y volvió a cambiar el ritmo; sacó ventaja y se metió en el área: levantó la mirada por duplicado para visualizar a Cavani, al que asistió en el momento preciso, con un pase exacto y cómodo para que la empuje con una barrida. Justamente, bestial.
“Me lo agradeció. Hablo mucho con él, estamos casi siempre juntos. Hoy le tocó a él y el próximo me puede tocar a mí. Estoy muy contento por él”, respondió Merentiel sobre la sociedad. Aunque prefirió no darse el lugar ganado cuando le consultaron si sentía que ese dúo está consolidándose: su personalidad lo lleva a preferir silbar bajito. “Hay que seguir trabajando y confiando. En nosotros y en el entrenador, que siempre hará lo mejor para el equipo”, completó en la zona mixta.
En las redes sociales se puede observar la relación. El asistidor compartió en su Instagram una foto abrazados en el festejo de gol, imagen que el goleador replicó con una nueva devolución ante semejante jugada: “Ese gol es tuyo, Miguelón”.
Tan cómodo se sintió Merentiel que hasta forzó la amonestación del central guaraní por una fuerte patada. Desnudó la rabia e impotencia que había en Palmeiras. Era aire para Boca y asfixiante para los paulistas. Cuando Almirón decidió quitarlo, a los diez minutos de la segunda parte, al local se le despejó el problema mayor. No es casualidad su rendimiento en el sintético. Los brasileños son los dueños de su pase, por lo que conoce jugadores del club que ahora eliminaron y el tipo de campo que ostentan. El destino quiso que lo cedieran en febrero pasado a la Ribera, un fuerte rival continental. Por el período de un año, incluyeron una opción de compra de U$S3.000.000. “Nos parece un gran jugador, vamos a ver si podemos comprarlo”, avisó Juan Román Riquelme, vicepresidente segundo, hace unos meses.
En tiempos en los que era un inconveniente para el entrenador encontrarle a Cavani el mejor socio que lo abasteciera, resurge Merentiel: no convierte desde la revancha de octavos ante Nacional (casi dos meses) y su anterior asistencia había sido a Cristian Medina, frente a Barracas Central, por la Copa Argentina, el 20 de julio pasado. En la competencia junto al crack mundial y la figura de Benedetto, es (o era) el ‘9′ menos pedido por el hincha a partir de las expectativas que genera cada uno. La actualidad de ninguno era buena, pero nadie esperaba una actuación como la del atacante de 27 años. El esquema con dos puntas no había funcionado en el ciclo: se engranaron algunos movimientos y toma otro color.
Ante tanta prueba y error, lo del jueves bastó para que el hincha ahora quiera sí o sí a la dupla charrúa. Desde allí arriba empieza a surgir la ilusión de ver a un equipo más peligroso en la final con Fluminense. Están los guantes infalibles de Sergio Romero, pero también la mano de los uruguayos, con el renovado aporte de la “Bestia” silenciosa.
¿Por qué jugó Merentiel pese a ser de Palmeiras?
Cuando el uruguayo llegó a la Bombonera a comienzos de año, Boca informó que lo hacía a préstamo por un año y con una opción de compra no especificada. El equipo argentino correría con el pago del sueldo de “La Bestia”, y ese es el motivo por el que el Verdao brasileño no pudo incluir una cláusula para que el delantero uruguayo, comprado a Defensa y Justicia en cerca de 1,5 millones de dólares por el 80% del pase, pudo jugar el jueves en San Pablo contra Boca por las semifinales de la Copa Libertadores.
¿Y ahora? Más allá del gran partido que redondeó el delantero charrúa, la idea de Boca fue siempre comprar el pase en Merentiel. El portal Globoesporte informa que el contrato de cesión tiene una opción de 3 millones de dólares por la ficha del delantero uruguayo. Boca deberá comunicar su decisión a fin de año. La presencia del goleador en la final contra Fluminense está asegurada.
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