Ocurrió a los 30 minutos de la primera parte del encuentro entre Bayern Munich y Preussen Münster, por la primera ronda de la Copa de Alemania. Los bávaros ya ganaban 1 a 0 gracias al gol de Eric Choupo-Moting y buscaban su segunda conquista en el área rival. Pero la novedad ocurriría en la propia: los hinchas de Bayern lanzaron ¡185 pelotas de tenis!, que debieron ser retiradas del césped. El partido se interrumpió y la tribuna quedó empapelada por una bandera: “No a la Supercopa en el fin de semana de la Copa de Alemania”.

Los hinchas de Bayern entienden que la Copa es sagrada. Y en las últimas temporadas la federación les programó los partidos en la misma semana que la Supercopa (a la que accedían como campeones de Copa o de la Bundesliga del año anterior). Así, Bayern tenía que debutar en el torneo más federal de Alemania una o varias semanas después que el resto de los equipos, porque su partido de Copa debía ser postergado. Quieren jugar como todo el mundo y que, en todo caso, reprogramen la Supercopa. Con la Bundesliga en plena competencia, la mayoría de los clubes tuvieron descanso, lo que no sucedió con el gigante de Baviera. Y los hinchas eligieron esa insólita manera de reclamar.

Lo mejor del 4-0 de Bayern por la Copa de Alemania

En este caso puntual, los hinchas de Bayern reclamaron porque el partido contra Münster fue postergado por ¡un mes! debido a que los bávaros debieron jugar la Supercopa el mismo día en el que se disputaron los primeros encuentros de la Copa local. También arrojaron alguna manzana roja, que contrastó con el amarillo de las pelotas de tenis.

Los alemanes, precisos y puntillosos, tienen un castigo determinado para este tipo de situación. La conducta de los hinchas bávaros tendrá una pena económica, que pagará el club: 350 euros por cada pelotita. Es decir, 65 mil euros de multa por las 185 bolas amarillas que quedaron en el área defendida por el arquero israelí Daniel Peretz, refuerzo para esta temporada, y llegado desde el Maccabi Tel Aviv.

El partido terminó siendo un trámite para los gigantes de la Bundesliga, que improvisaron a sus defensores centrales y no tuvieron al inglés Harry Kane. Münster, de la tercera división, no pudo hacer nada para evitar la goleada por 4-0 que recibió: además de Choupo-Moting, también convirtieron Konrad Laimer, Frans Kratzig, y Mathys Tel. Laimer compartió la zona central de la defensa con Joshua Kimmich, por citar alguna de las innovaciones tácticas que ensayó Thomas Tuchel para el partido.

Bayern tuvo tres debutantes: el israelí Peretz en el arco, el portugués Raphael Guerreiro y el prometedor juvenil japonés Taichi Fukui, que suele jugar en el equipo Sub 19 del conjunto bávaro. Con el resultado ya definido, Tuchel decidió el ingreso de Fukui en la segunda parte.

La lesión de Gnabry

La mala noticia para el Bayern tras el compromiso de Copa (y la protesta de sus hinchas) fue la fractura de Serge Gnabry en el cúbito de su antebrazo izquierdo. El futbolista estará fuera de las canchas durante “varias semanas”, según contó el DT del equipo, Thomas Tuchel.

“Es lamentable. Es un jugador importante, con un gran carácter”, declaró Tuchel. Gnabry no podrá estar en el partido contra Leipzig, por la Bundesliga, y tampoco será convocado para el duelo de Champions League frente a los daneses de Copenhague (el equipo en el que juega el argentino Mateo Tanlongo), la semana próxima.

La lesión de Gnabry también es un dolor de cabeza para Julian Nagelsmann, el flamante entrenador de la selección alemana. ExDT de Bayern, Nagelsmann (reemplazó en el cargo a Hansi Flick, despedido tras una humillante derrota amistosa ante Japón) pensaba en Gnabry para la próxima gira por Estados Unidos en la doble fecha FIFA de octubre. Alemania se medirá con el conjunto local y con México.

Conforme a los criterios de
Conocé The Trust Project
Cargando banners ...

Descargá la aplicación de LA NACION. Es rápida y liviana.

¿Querés recibir notificaciones de alertas?

Ha ocurrido un error de conexión