Los puntajes de River: varios aplazos y un debutante que se llevó todos los aplausos

Augusto Batalla (6): Había jugado contra Patronato, en Paraná, y justo el día en que cumplía 20 años se dio el gusto de debutar en como titular en el Monumental. Y cumplió ante un rival que lo exigió poco y nada. La más difícil fue aquel cabezazo recto de Fabricio Alvarenga sobre los 24 del primer tiempo, que neutralizó con mucha reacción.

Pablo Carreras (5): Jugó sólo el primer tiempo y alternó buenas y malas mientras Vélez se animó a merodear el área local.

Emanuel Mammana (6): Tuvo una tarde tranquila, en el comienzo como primer central de una línea de cuatro, y en el segundo tiempo como el hombre libre de una línea de tres.

Leandro Vega (6): Empezó con dudas en la salida y entregó dos veces mal la pelota, pero se afianzó y terminó empujando a River contra el arco de Aguerre, que le detuvo dos disparos. Y a tres minutos del final metió un cabezazo en el poste derecho.

Luis Olivera (5): Había jugado el 8 de noviembre de 2015 contra Newell’s, cuando entró por Vangioni sobre los 30 minutos del segundo tiempo. Ahora ante Vélez ganó y perdió cuando apareció Alvarenga por su sector. El volante de Vélez salió a los 37 para que Emiliano Amor rellenara el fondo tras la expulsión de Fausto Grillo, y así Olivera pudo progresar un poco sobre la izquierda. A los 18 del complemento fue reemplazado por Exequiel Palacios.

Joaquín Arzura (5): Padeció la superpoblación del mediocampo y nunca pudo transformarse en dueño exclusivo del sector central.

Luis González (5): Se movió al lado de Arzura, pero con libertades para llegar al área rival. Se perdió un gol abajo del arco, de manera increíble, acaso confundido por el arribo simultáneo de Pisculichi. Iban 8 minutos del segundo tiempo.

Nicolás Bertolo (4): Intrascendente de principio a fin, recorrió la banda derecha recogiendo sólo impaciencia en el contorno. A los 13 del segundo periodo le dejó su lugar al pibe Andrade, que con un par de pincelazos lo hizo olvidar rápidamente.

Leonardo Pisculichi (4): Si bien en la segunda etapa se asoció a la búsqueda general, aportó demasiado poco como para romper el molde.

Gonzalo Martínez (5): Despachó un puñado de centros desde la izquierda, por donde subió y retrocedió una y otra vez. Pero al fin de cuentas fue otro de los intérpretes que quedó en deuda.

Lucas Alario (4): Se metió entre los defensores de Vélez y no tuvo la suficiente movilidad como para salir y buscar socios de ataque.

Los que entraron:

Gonzalo Montiel (6): Categoría 97, el pibe la viene rompiendo en Reserva como marcador central, aunque también puede jugar como volante de contención. Jugó todo el segundo tiempo, por Carreras. Se ubicó a la derecha de Mammana, en una línea de tres con Vega del otro lado. Y rindió. Tanto en la marca como a la hora de ir a buscar el cabezazo en el área rival.

Tomás Andrade (7): Reemplazó a Bertolo a los 13 minutos del segundo tiempo y en el día de su debut en Primera terminó siendo la figura del partido. El zurdo de 19 años, que estuvo a préstamo en el fútbol inglés (primero en el Everton, luego en el Bournemouth) sintetizó su día de gloria cuando dijo, entre lágrimas: "Es un sueño cumplido, sólo yo sé lo que me rompí para lograr esto". Desde el sector derecho desequilibró con su pisada el pequeño "D’Alessandrito", como lo llaman en el club. Pero no sólo eso: además estampó un remate suave, a colocar, que dio en el poste derecho de Aguerre.

Exequiel Palacios (5): El tucumano de 17 años, con rasgos de Lucho González, debutó en Primera al reemplazar a Olivera. Su esfuerzo se diluyó en medio de la búsqueda desordenada de un River que finalmente no pudo quebrar el cero a cero ante un adversario que jugó casi una hora con diez hombres por la expulsión de Fausto Grillo.

gr/jld