Rentistas - Racing, por la Copa Libertadores: la Academia consiguió un agónico empate en el estadio Centenario

Cada partido es un examen para Racing, que frente a Rentista, de Uruguay, comenzó la aventura en la Copa Libertadores. El estreno, en Montevideo, un nuevo capítulo para el recorrido del ciclo de Juan Antonio Pizzi, un director técnico que no logró darle una identidad de juego al equipo, pero que a fuerza de resultados mantiene el curso de la Academia en la Copa de la Liga Profesional y en la Copa Argentina. Y no fue la excepción lo que sucedió en el estadio Centenario: con empuje y con diez jugadores, tras la expulsión de Leonardo Sigali, empató 1-1 en la agonía, con un cabezazo del zaguero Juan Cáceres.

Con una línea de cinco defensores y con Enzo Copetti como referente de ataque, Racing se mide con un rival que finalizó último en el Clausura, pero que fue campeón del Apertura y subcampeón del fútbol charrúa –perdió la final con Nacional- y que pretende escribir una página histórica ante la Academia, que está fuera de los puestos de clasificación, a falta de tres fechas para la finalización de la Copa de la Liga Profesional..

Un remate de Franco Pérez que rechazó el arquero Gabriel Arias y un disparo exigido de Guillermo Fratta, después de conectar una pelota que cruzó toda el área, los avisos de Rentistas, que abrió el marcador con un gol de Ederson Salomón Rodríguez, a los 41 minutos. El atacante anticipó el cierre de Nery Domínguez y con una definición cruzada desató la alegría.

Un cabezazo de Tomás Chancalay, luego de un desborde de Copetti, y dos definiciones del N°9 –la segunda después de una apurada salida del arquero Jonathan Rossi- las respuestas de riesgo que generó Racing en un primer tiempo en el que dividió el dominio y no enseñó claridad para provocar sociedades que desnivelen al conjunto uruguayo.

La Copa Libertadores es el sueño de Racing, que renueva sus esperanzas, después de la eliminación con Boca, en 2020. Ajustada caída, desde entonces pasaron 120 días y varios cimbronazos para un club que había encontrado un equilibrio: cinco participaciones en copas en siete años, la señal de estabilidad que se dinamitó entre la salida del manager Diego Milito, referentes como Lisandro López… Desde 1997, Racing no llega hasta las semifinales de la Copa Libertadores, pero para ser protagonista necesita descubrirse entre tanta prueba y error.

Con los cambios ensayados, Maximiliano Lovera -apenas iniciado el segundo tiempo- y Fabricio Domínguez e Iván Maggi –a los 18 minutos del complemento-, Racing no logra espantar con rapidez los fantasmas y hasta que se acomodó le dio oportunidades a Rentistas para sellar la victoria, con la jugada de Franco Pérez que eligió definir cuando tenía por el centro al goleador Rodríguez.

Es puro empuje la Academia, que con Maggi y Copetti armó un doble 9, aunque el déficit es la gestación. Lo tuvo Leonel Miranda, que remató al cuerpo del arquero Rossi; Emiliano Villar no tuvo lucidez para encarar en el contraataque que armó Rentista… Y fue Villar el que provocó la expulsión de Sigali, que lo derribó cuando el atacante enfilaba hacia el arco de Arias

Rentistas sintió el desgaste en su histórico debut en la Copa Libertadores y ahí Racing encontró el resquicio para empatar un partido en el que la imagen volvió a ser confusa. Los interrogantes de los primeros pasos siguen vigentes, los cuestionamientos se profundizan; solo los resultados oxigenan a Pizzi.