El enojo de Dani Alves por llevar el superclásico en Madrid: "Es la vergüenza más grande que vi"

La decisión de Conmebol de mudar el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores entre River y Boca al Santiago Bernabéu despertó la indignación de múltiples actores del fútbol local e internacional. Los primeros en alzar la voz, por supuesto, fueron los hinchas Millonarios que no podrán disfrutar del clásico en el Monumental y que deberán desembolsar una fortunapara ver a su equipo en Madrid.

Después de que Santiago Solari, actual entrenador del Real Madrid y exjugador de River, expresara su descontento, otros jugadores, técnicos y dirigentes de renombre manifestaron su disconformidad.

Uno de ellos fue Dani Alves , lateral derecho que actualmente juega en el PSG francés pero que durante ocho años fue el mejor socio de Lionel Messi en el Barcelona. En su Instagram, el brasileño publicó tres videos en los que reflexionó sobre el Superclásico que se jugará en el estadio del Real Madrid: "Jugar un Boca-River fuera de Sudamérica es la vergüenza más grande que he visto y que voy a ver como jugador de fútbol y como sudamericano".

"Las otras personas que no han tenido nada que ver tienen que pagar por algunos maleducados. Tal vez solo tenían esta posibilidad de vivir una final entre River y Boca pero no lo van a poder hacer porque lo cambiaron de lugar. Es indignante, se supone que no tengo nada que ver pero como jugador de fútbol, sudamericano, me he sentido en el derecho y obligación de expresar mi opinión. Espero que esto no suceda por el bien del fútbol", agregó Alves.

Mauricio Pellegrino, actual técnico del Leganés, también plasmó su decepción por la celebración de la final en territorio europeo: "Estoy un poco triste por ese tema como amante del fútbol y como defensor de nuestro fútbol. Creo que el fútbol es un poco espejo de lo que somos como sociedad. Le cargamos todos los hechos de violencia y es un reflejo de lo que nos pasa como país. Que juguemos una final continental, que es un gran mérito llegar a ella dos equipos argentinos con la situación socioeconómica que tenemos, y que tengamos que disputarla fuera por un tema de seguridad es una derrota de todos. Es algo muy difícil de digerir. Ojalá podamos aprender de esta situación para poder hacer las cosas mejor en el futuro".

Antes de confirmarse a Madrid como nueva sede y cuando todavía se barajaba la posbilidad de celebrarlo en Doha, Gustavo Alfaro fue efusivo en su evaluación sobre el Superclásico fuera de Argentina: "Estamos destruyendo un ícono como el River-Boca. Estamos permitiendo que nos saquen el River-Boca. Teníamos el orgullo de decir que lo íbamos a jugar los dos equipos más grandes del fútbol argentino y nos están robando el clásico, algo tan argentino como el tango. No podemos permitir que lo vayan a organizar en Doha".

Jorge "El Patrón" Bermúdez, histórico jugador Xeneize, plasmó su desagrado por la decisión: "Como mínimo lo hubiesen mantenido en nuestro continente, en un país hermano. Llevarlo a otro hemisferio me parece fuera de lugar. En Colombia todavía hay autoridad, se podría haber hecho como en diferentes ciudades de Sudamérica. Es simplemente una decisión que tiene más que ver con lo económico que con lo deportivo".

El mundo del fútbol mira con desconfianza una decisión que la Conmebol tomó de manera prácticamente unilateral. El River-Boca, el clásico argentino y sudamericano que definirá la Copa Libertadores, se jugará en Europa y nadie, salvo Alejandro Domínguez, Presidente de la Conmebol, parece conforme.