Sebastián Villa en Boca vs. Pereira: del juicio al hotel y de ahí a la cancha, en el caliente martes de Boca

Fue una noche de Copa Libertadores en la Bombonera, la primera de este año, atípica para Boca. Potenciada por el contexto de que Deportivo Pereira implicaba una final para el equipo dirigido por Jorge Almirón. Porque llegaba con el peso de derrotas acumuladas en el plano local y el enojo del público. La situación futbolística rozaba tal límite que Sebastián Villa, que antes del partido estuvo –y seguirá estando– en la silla de los acusados en el juicio oral por “lesiones agravadas por el vínculo y por medio de violencia de género y amenazas coactivas”, fue esperado y designado titular a pesar de su seria situación.

En las horas previas al choque con el conjunto colombiano, el delantero estuvo ajeno a lo que ocurrió en su club respecto a los trabajos futbolísticos definitorios. A raíz de la primera audiencia del lunes, Villa no se entrenó en la última práctica. Aun así, el entrenador lo incluyó en la lista de convocados con el aval institucional, pero –lógicamente- la situación extrafutbolística es tan importante que el Villa no se incorporó aquella noche a la delegación en el hotel.

Boca pareció no tener en cuenta la mente del hombre de 26 años, que salió de la audiencia con el pensamiento en que a la mañana siguiente debía volver a ver a la magistrada Claudia Dávalos, que conduce el Juzgado Correccional Nº 2 de Lomas de Zamora.

El lunes ya había escuchado el testimonio, por video, de la denunciante, Daniela Cortés, que ratificó la denuncia por violencia de género hecha en abril de 2020. “Me pega en la frente. Me da patadas en el estómago, en la pierna, en el muslo”, sostuvo la joven, mientras él negaba con la cabeza. Este martes, Villa presenció la segunda sesión y, horas antes del partido, escuchó las declaraciones de seis testigos. Palabras con las que la Justicia discernirá pronto su culpabilidad o su inocencia.

Ante ese panorama, igualmente, Boca tenía que ganar. Entonces, movió cielo y tierra para contar con el Nº 22. A su vez, el colombiano en ningún momento desistió de estar presente en la Bombonera frente a Pereira. Y el club le hizo saber que lo necesitaba. Primeramente, este martes directamente se presentó a la audiencia con un bolso con la ropa de juego de Boca. Y, según trascendió, el propio Almirón lo llamó en uno de los intervalos del juicio para indicarle que, si el reloj se ajustaba, se dirigiera sin escalas al estadio.

Una llamativa desesperación en el marco de una situación judicial. Pero todo finalizó temprano: se esperaba que el jugador declarase, pero su abogado defensor, Martín Apolo, insistió en el pedido de que Cortés fuera sometida a un peritaje psicológico. A poco de iniciar el encuentro entre Boca y Pereira, se supo que la jueza dio lugar a lo solicitado, quedaron suspendidas las declaraciones de este miércoles y el juicio entrará en una impasse de diez días para que el perito de parte viaje a Colombia y realice el estudio donde está radicada la mujer.

Una noticia como para que Villa pudiera jugar algo menos cargado. Pero el martes no dejó de ser un día movido: el futbolista partió del juzgado cerca de las 15 y media hora después llegó a la concentración boquense. Descansó, merendó y subió al micro con sus compañeros: música en sus auriculares, leve sonrisa y a jugar.

Como siempre, el equipo buscó por su lado. En Sebastián Villa encontró corridas, algún disparo desde lejos, pero no soluciones de su parte esta vez. Boca caminó por la cornisa, el clima estaba muy caliente y aparecieron dos goles impensados un rato antes para derrotar a Pereira y respirar. La jugada del club por Villa para que llegara a tiempo tras una audiencia judicial, a esa altura, pasaba a ser un recuerdo. Pero puede tener réplicas en un futuro inmediato.

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