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El ambiente tenso y enrarecido que se respira alrededor de los arbitrajes sumó una opinión controvertida, proveniente de un hombre que conoce el oficio desde adentro. El ex juez Juan Carlos Biscay aseguró que existen referís permeables a las presiones dirigenciales y responsabilizó en buena medida al presidente de la AFA, Julio Grondona, por lo que calificó de un "lamentable" estado del medio arbitral.
"Hay dirigentes que mandan mensajes subliminales a los árbitros que saben que son presionables", señaló. Y fue más explícito. "Hay árbitros que son presionables; puedo asegurar que en cada momento de la historia hubo dirigentes que mandaron mensajes subliminales, porque sabían quiénes tenían determinadas características de personalidad", señaló Biscay, en declaraciones a Radio Continental.
Cuando se lo consultó sobre si le constan conductas antiéticas de sus colegas, Biscay lo rechazó, aunque admitió que se trata de una posibilidad latente. "La condición humana es susceptible de ser sobornada; hay débiles, y los dirigentes saben a dónde apuntar", afirmó.
El ex juez señaló como uno de los principales responsables del desprestigio de los arbitrajes -calificó de "lamentable" la situación- al presidente de la AFA, Julio Grondona. "En 1991 se cansó de algunos cuestionamientos y decidió aceptar la incorporación del Sadra -un nuevo sindicato-. Optó por un camino que desde el primer momento dividió las aguas y modificó, sin necesidad, una situación que desde 1979 estaba bien", opinó.
Biscay también fue duro respecto del papel de los encargados de la vigilancia en los estadios. "La violencia la generó la propia policía, porque es un negocio. Hace diez años mandaban diez agentes a la cancha; cuando había escándalo, no alcanzaban. Ahora mandan a mil y tampoco alcanzan. En el fútbol hay que hacer un trabajo de inteligencia previo".


