La premonición: el comentario que un compañero le hizo a Gaich antes de los tres goles a Venezuela

RANCAGUA, Chile.- Por primera vez en el campeonato, la selección argentina convirtió más de un gol. El dato estadístico, la cifra, logra mayor relevancia por la jerarquía del rival. No fue Uruguay, el campeón defensor y puntero del Sudamericano de Chile 2019, y tampoco Brasil, que comprometió su clasificación para el Mundial de Polonia y los Juegos Panamericanos de Lima. La selección se encendió ante Venezuela, que llegó a la cita en el estadio el Teniente con un juego de alto vuelto, individualidades destacadas, con el primer triunfo en la historia sobre el scratch como antecedente reciente y con apenas dos goles recibidos a lo largo de seis encuentros. Tres estocadas de Adolfo Gaich en 22 minutos, entre los 15 y 37 del segundo tiempo, provocaron el festejo argentino y silenciaron a los seis mil venezolanos que empezaron la noche a puro ruido y se fueron apagando con cada uno de los martillazos que aplicó el goleador cordobés.

Una victoria contundente, una virtud que la Argentina no había logrado a lo largo del recorrido, y también ante la mirada de Lionel Scaloni, el entrenador de la selección Mayor, que junto con su ayudante de campo Walter Samuel visitaron por 24 horas el búnker de la delegación, charlaron con el cuerpo técnico que encabeza Fernando Batista y celebraron desde los palcos el éxito. No le resultaron ajenos los gritos de Gaich a Scaloni: el artillero de San Lorenzo fue una de las piezas determinantes para que la Argentina ganara el título del tradicional torneo de L’Alcudia, en Valencia, en 2018. Aquella vez, Mr. Increíble también inició la serie de goles frente a la Vinotinto; más tarde, se apuntó dos conquistas ante el seleccionado de Murcia. Todo en 65 minutos de acción. Esta vez, después de desperdiciar varias oportunidades en los encuentros anteriores, quebró el maleficio en menos tiempo y en una misma sesión.

En la puja por ser el referente de área de la Argentina, Gaich superó a Maximiliano Romero en los dos últimos juegos; relegado quedó Facundo Colidio, de escaso rodaje. Con Colombia, cuando la selección se impuso 1-0, después de perder 2-1 con Ecuador, en el debut del torneo hexagonal, actuaron como fórmula ofensiva. Fue la primera vez que el cuerpo técnico alistó al doble 9 desde el inicio. No tuvo poder de fuego el conjunto con los dos artilleros, aunque las participaciones en el circuito futbolístico fueron muy diferentes. Gaich opacó al atacante surgido de Vélez y que ahora milita en PSV, de Holanda. Se impuso en los duelos aéreos, hizo de pivote para sus compañeros, arrastró marcas y hasta le cometieron el foul que derivó en el gol de tiro libre de Julián Álvarez.

Con Venezuela, los zagueros Christian Makoun e Ignacio Anzola lo estaban controlando, lo llevaban casi a la frustración, hasta que capitalizó un envío largo de Facundo Medina y después de que la pelota pegara en la mano del defensor Miguel Navarro doblegó al arquero Carlos Olces. De cabeza, tras un pase de De la Vega, estiró la ventaja y con una definición sutil de derecha, luego de una asistencia de Aníbal Moreno, selló el 3-0. Lo reemplazó Romero, y así Gaich que venía sin puntería ante el arco rival se llenó de energía entre los aplausos y el abrazo de sus compañeros.

El control antidoping –salió sorteado junto con De la Vega- lo demoró hasta pasada la 1.50 de hoy en el estadio, de donde se llevó la pelota del partido firmada, después de anotar su primer hat trick con la selección. Como una premonición, antes del partido Facundo Mura le recordó que en séptima división convirtió por primera vez tres goles en un partido ante Estudiantes, una imagen que el defensor no se quitó de la mente ya que sufrió esa vez a quien es ahora su compañero de aventura.

Después de un inicio con derrota, la Argentina descubrió el camino del juego y de los goles ante Colombia y Venezuela. El boleto a Polonia está a tiro de la mano y lo podría obtener el jueves, frente a Uruguay, aun con una derrota. Para que eso suceda, Brasil no debería superar a Ecuador y Colombia tampoco tendría que imponerse sobre Venezuela. De darse esa combinación de resultados, los seis puntos que cosechó la selección resultarían inalcanzables para los cafeteros y el scratch, que con una unidad cierran la tabla de posiciones. Claro que ahora, envalentonados, los juveniles quieren ampliar el objetivo: asegurar la clasificación y también alimentar el sueño de consagrarse campeones.

El gol del hat trick de Gaich