Todo lo que Bianchi debe solucionar
El DT quiere potenciar el ataque y la defensa; también, ordenar el vestuario y la armonía de la familia boquense
El paso más importante ya se dio con el regreso de Carlos Bianchi. Pero aún existen situaciones por resolver. Para la vida de Boca, el desembarco del Virrey amerita una pronta intervención en varios pilares fundamentales para poder alcanzar los objetivos. "Para sostener un proyecto es necesario tener un buen cuerpo técnico, buenos jugadores, buenos dirigentes y buena gente", es una de las frases que forman parte del decálogo de Bianchi. Y en ese sentido, el entrenador xeneize tendrá que trabajar para allanar el camino hacia el éxito. No parece muy extensa la lista de problemas, pero sí determinantes para consolidar una idea.
El proyecto futbolístico
Bianchi sabe que cuenta con un material importante como para ir por todo lo que pretende, aunque la Copa Libertadores es el principal objetivo en esta tercera etapa en el club de la Ribera. Pero el técnico de Boca necesita potenciar algunos sectores del campo y por eso tiene cierta urgencia en reforzar el grupo. El primer pedido está concentrado en sacarle el mayor rédito a Santiago Silva, por eso pretende encontrarle un compañero que esté en su misma sintonía. La primera opción fue Juan Manuel Martínez, pero la imposibilidad de sumarlo en préstamo es lo que pone una barrera para poder negociar su desembarco a Boca. Como Bianchi cree importante que el Tanque Silva pueda explotar definitivamente, entonces los dirigentes concentrarán sus energías en tratar de sumar a Sebastián Fernández, que ahora juega en Málaga, pero que fue la pareja de ataque de Silva, en Banfield, cuando fueron campeones en el Clausura 2009.
"Sería un sueño vestir esa camiseta. De toda la vida. Me encantaría. Me han nombrado. Pero por ahora no me llamó nadie. Es un rumor. No se han movido todavía", dijo Fernández, en la Oral Deportiva, de Uruguay,
Detrás de toda esta ingeniería, el entrenador también necesita un marcador central. El primer nombre fue el de Daniel Díaz, pero como Atlético de Madrid ya anunció que no lo negociará, es posible que ahora la búsqueda se reduzca al fútbol local. En ese sentido, los defensores Claudio Chiqui Pérez y Mariano Echeverría son los que cotizan en bolsa.
Bianchi está esperando para saber cómo se resolverá la llegada de Fernando Gago, que saldría de Valencia a cambio de una deuda que el club español mantiene con Boca por la venta de Ever Banega (4,5 millones de dólares). Sólo faltaría resolver la extensión del contrato de Gago, que, según algunas versiones, sería por ocho años.
La armonía del vestuario
El Virrey apunta al retorno de Juan Román Riquelme, un hombre que siempre fue señalado como elemento de discordia en la intimidad del plantel. Sin embargo, el DT sabe bien que su sola presencia es suficiente como para disimular cualquier diferencia que pudiera existir.
"Cuando habla Bianchi, nadie habla, sabe mucho de fútbol... Es muy inteligente. Por suerte, me agarró de chico y me enseñó mucho", dijo Riquelme, hace un par de semanas. Justamente él, que estaría evaluando pegar la vuelta a Boca, no sería un problema para la convivencia de un vestuario que se fagocitó a Falcioni.
La unión de la familia boquense
En este primer año de gestión de Daniel Angelici, las turbulencias aparecieron de la mano del fútbol. Mientras en el orden institucional potenció al club con la iniciativa del socio adherente, las diferencias en la conducción llegaron con la pelota. El deseo de renovación del contrato de Julio Falcioni que impulsó Angelici fue lo que más grietas causó y despertó la furia de la gente. Sin embargo, el desembarco de Carlos Bianchi no sólo convocó a la mayoría de los dirigentes a reconocer la gestión del presidente para el retorno del Virrey, sino que también bajó la alta temperatura de los hinchas para con la conducción del club.
De todas formas, el Virrey conoce el contexto y sabe que necesita de prontos resultados para poder sostener esa aura que tiene sobre sus hombros. Tiene el respaldo de todos, pero sabe que en este fútbol argentino esa condición de intocable no es eterna.
Carlos Bianchi debe subsanar algunas cuestiones, pero claro, como es el entrenador más ganador del la historia xeneize, la tarea no debería ser tan compleja para él.
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