Javier Carriqueo, a un paso de hacer historia

Última vuelta, Javier Carriqueo, escucha el campanazo. Está en la distancia que lo vio brillar en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, los 1500 metros, donde supo ser récord nacional. Pero ya pasaron 7 años de esos Juegos y ahora la cita es otra. El Campeonato Sudamericano 2015. En la nublada capital limeña de Perú, sólo quedan 400 metros para que se repartan las medallas.

Una manada de atletas se lanzan al último giro. Javier se acomoda tercero. "Si remato como suelo hacerlo tengo una medalla", piensa, y espera el momento justo para atacar. Llega a los 250 metros finales, es la zona, lleva las piernas al límite, quema todas las naves: pero no alcanza. Las diez medallas internacionales que supo ganar, le pesan demasiado, y cuatro atletas llegan delante de él. "Fui un espectador de lujo", se lamenta.

Quinto en un sudamericano fue la peor actuación histórica para Carriqueo. Hacía apenas dos semanas había cumplido 36 años, en promedio, tenía 12 más que el resto de los corredores que esa tarde se midieron en los 5.000 metros, y se daba cuenta: el tiempo no solo es tirano dentro de la pista, afuera también.

Siempre se caracterizó por su remate final, "pero ahora me fallaba mi gran arma", analiza con frialdad. Por suerte el atletismo abarca veinte disciplinas olímpicas: diferentes lanzamientos, marchas, saltos, y distintas distancias. Carriqueo vio algo nuevo en esa tarde peruana. "A partir de esa carrera se instaló en mi cabeza, la idea ir a los Juegos en Maratón", confirma.

-¿Qué descubriste al empezar a entrenar la distancia?

-Descubrí que no es fácil. La adaptación a las grandes distancias es un proceso complejo a nivel corporal. Antes una semana mía podía ser muy buena con 90 kilómetros, hoy, con este nuevo objetivo, es poquísimo.

El camino a los Juegos de Río 2016, en maratón, ya está marcado. La Confederación Argentina De Atletismo (CADA), pide una marca mínima de 2h16m00s a cambio del pasaje a la ciudad carioca. En Buenos Aires, Luis Molina hizo 2h15m24s; en Valencia, Mariano Mastromarino paró el reloj en 2h15m36s. A Río sólo hay lugar para tres tres atletas por país y en menos de dos meses termina el plazo para realizar las marcas y varios quieren ocupar la plaza restante.

-¿Qué virtud te gustaría tener de ellos?

-De Mariano, la tranquilidad para afrontar las pruebas. Y de Luis, es casi obvio, la juventud.

Otro serio candidato a Río es Miguel Bárzola. El atleta bragadense sabe varias cosas. Sabe lo que es ir a un Juego en maratón: dijo presente en Londres 2012. Sabe lo que es correr fuerte: marcó 2h15m00s en Rotterdam 2011. Y sabe que ahora está muy cerca, hace unos meses, en Valencia, golpeó la puerta con 2h16m36s. Con Carriqueo no sólo comparten un presente maratoniano, sino también un pasado en el extranjero. Ambos formaron sus grandes marcas viviendo y entrenando en España. Allá nació su amistad.

-¿Qué consejo te dio Bárzola para clasificar a un Juego en maratón?

-Fue poco original, me dijo que la carrera empieza luego del kilómetro 30 y que intente salir despacio. ¡Me dijo lo mismo que me dijeron todos!- Se ríe y manda el chiste al otro lado de Atlántico.

Su debut en la distancia máxima puso fecha en la maratón de Sevilla, el domingo 21. El marco competitivo será inusualmente elevado. La Real Federación Española de Atletismo realizará el Campeonato de España en esa cita y dará una plaza directa a los Juegos para el mejor atleta nacional en la carrera. En un país que hace décadas ocupa las tres plazas disponibles, la competencia será enorme. Dentro de ese manada que corren tras un sueño olímpico, Carriqueo quiere marcar sus primeros pasos.

"Para mí es todo nuevo", afirma. Nunca compitió a pleno en los 10.000 metros, su mayor distancia han sido los 5000. "La incertidumbre -grafica- es grande. Por otro lado, tengo muchas ganas de estar, las mismas que cuando empecé, y eso, es lo más importante."

Nunca un corredor argentino fue a tres Juegos Olímpicos, hasta ahora. Javier Carriqueo tiene en sus piernas, la posibilidad de hacer historia.

Miguel Bárzola, la mirada experta del último representante olímpico en maratón, analiza a Carriqueo

-La mayor virtud: "Su inteligencia táctica. No se equivoca casi nunca en los planteos de carrera, es conservador y eso, de cara al maratón, le será de gran ayuda".

-El mayor defecto: "Su inexperiencia. No ha llegado a hacer la cantidad de kilómetros y carreras de calles, principalmente medias maratones, que serían recomendables. Por eso su debut es más incierto".

-Su pronóstico: "Si tiene el buen día, que todo atleta necesita para clasificar a un Juego, lo veo fácilmente corriendo debajo de 2h15m. Lo deseo con todo corazón, porque es un tipo que se lo merece: lo quiero ver en los Juegos".