Justo Albarracín, con el valor de la experiencia

Dos jinetes veteranos de la equitación nacional como los son Justo Albarracín y Carlos Quiñones animaron el 37° Derby General San Martín, prueba insignia del Club Alemán de Equitación, durante una jornada a pleno sol y festejo.

Quiñones, con Remolino Z, cumplió una actuación pareja, salvando los obstáculos con soltura. El público lo premió con fuertes aplausos. Parecía que ganaba el derby por primer vez. Pero enseguida, Albarracín, con Shaliman Z, marcó dos segundos menos, logro que ninguno de los otros 12 rivales pudieron mejorar. Así se quedó con los laureles, los 15.000 pesos de premio y el Trofeo Carlos Marcelli, en honor del fallecido presidente del CAE. Con gritos, la gente manifestó su aprobación por la labor del ganador. Fueron los únicos dos de los 14 participantes que finalizaron sin faltas.

"Cuando (Lalo) Quiñones hizo cero con buen tiempo, me fui animando", apuntó Albarracín, de 59 años, que con esta victoria se convirtió en el jinete que más derbies San Martín se adjudicó, con tres, ya que también había triunfado en 1992 y 2005. Igualó la marca de Martín Mallo (78, 83 y 96).

A pesar de que sólo hace cuatro meses que monta este ejemplar belga de ocho años, Albarracín comentó que se tenía fe y así lo demostró.

Martín Dopazo, con El Capricho Remonta India, se perfilaba como posible candidato, pero tres derribos lo dejaron en el tercer puesto. Dopazo registró 5 segundos menos que Quiñones, 4° con su otro ejemplar (Dalai), ya que tiró la cuádruple y los dos palitos rústicos arriba de las banquetas, los más bajos del trazado.

El jinete uruguayo Sebastián Guariño, con Roxans Diferente, cumplió una meritoria tarea, al finalizar con 12 faltas para ubicarse quinto.

Este año, el Derby General San Martín tuvo características diferentes. Primero: la tradicional competencia del CAE, que se inició en 1975, se llamó Derby del Bicentenario General San Martín. Segundo: el trazado fue "aggiornado para reflejar la situación actual del hipismo argentino", según dijo José Alvarez, presidente de la entidad, para explicar por qué la altura fue de 1,45m en vez de la habitual de 1,50m y que algunos obstáculos fueron presentados de otra forma. Por ejemplo, se facilitó sortear la zanja de agua con una vertical en el medio.

En realidad, los cambios permitieron que participaran caballos no confirmados en la altura máxima; por ende, la prueba se hizo más competitiva.

Antes del derby, se presentó la Fanfarria Alto Perú del Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín, que tocaron varias marchas que el publicó aplaudía mientras sacaba fotos con sus celulares.

Diversión para grandes y chicos

• Los chicos que asistieron al 37° Derby del Bicentenario disfrutaron de juglares, mimos en zancos y un lugar reservado para juegos. El desfile de la escuela de equitación del CAE resultó simpático, con varios chicos vestidos con ropa vintage estilo de los 1800´s y montados en ponies.
  
  Antes de la prueba se realizó una exhibición de polo femenino de tres chukkers, en la que el equipo Pestelli (C. Bunge, P. Panzarasa y A. Moralejo) superó por 7 a 3 al conjunto Escorihuela (V. Posse, J. Moralejo y M. Jofre).