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MILAN Y MADRID.- Las Ligas de Italia y España, las dos más renombradas del fútbol mundial, quedaron hoy bajo serio riesgo de aplazar los inicios de sus respectivos campeonatos a raíz de duros enfrentamientos que han dividido a sus clubes más poderosos con los más débiles.
Antonio Mattarese, vicepresidente de la Liga de Italia, que agrupa a los clubes de las dos categorías principales, afirmó hoy que la división "que quieren los grandes clubes de Serie A" es un hecho, después de que 19 equipos de la Serie B rechazaron la ampliación a 24 escuadras en su campeonato y comunicaron que no se presentarán a jugar la primera fecha, el 31 de agosto.
En España, a su vez, once clubes grandes de la Primera División, entre ellos los poderosos Real Madrid y Barcelona, decidieron que iniciarán su Liga el 30 de agosto "con o sin" el resto de los equipos, que amenazan retrasar el torneo hasta no lograr un acuerdo conjunto por los derechos de TV.
"Cuando mujer y marido no están más de acuerdo, el marido pone un cheque y la mujer se va", dijo Mattarese, cuya Liga, que celebrará mañana una reunión clave, se opone al decreto del gobierno de Silvio Berlusconi de ampliar a 24 el número de participantes de la Serie B.
La Federación Italiana de Fútbol (FIGC), presionada por el Comité Olímpico Italiano (CONI), bajo amenaza de una intervención, difundió hoy el nuevo fixture de la Serie B, con 24 equipos, aunque 19 de ellos adelantaron que no saldrán al campo y que tampoco lo harán siquiera este domingo por la Copa Italia.
El presidente de la FIGC, Franco Carraro, advirtió que los clubes que no se presenten serán sancionados.
La rebelión, sin embargo, amenaza con afectar también a la Serie A, pues Atalanta demandó a la FIGC exigiendo su lugar en esa categoría en el puesto de Roma, que se había inscripto en el torneo con avales falsos, según lo determinó una investigación judicial.
El gobierno de Berlusconi, con miembros de su gabinete también envueltos en polémicas de fútbol, decidió el miércoles poner fin al caos jurídico del calcio reivindicando su autonomía y elevando de 20 a 24 equipos su campeonato de Serie B.
Pero la solución pareció en realidad echar más gasolina al fuego, pues diecinueve clubes de la Serie B notificaron hoy por carta a la FIGC su decisión de no jugar el certamen bajo esa imposición.
La rebelión podrá concretarse este mismo domingo, pues Bari y Cagliari anunciaron que no se presentarán a jugar sus partidos de Copa Italia, en tanto Atalanta, aún más duro, comunicó que no cederá sus jugadores para las selecciones juveniles de Italia.
El decreto gubernamental ordenó la inclusión en la B de Catania, Genoa y Salernitana (los tres habían presentado demandas judiciales) y agregó sorpresivamente a Fiorentina, que estaba en la Serie C, desde una temporada atrás, a raíz de su quiebra económica.
"Ahora que se está por celebrar el cincuentenario del retorno de Trieste (que estaba anexada a Yugoslavia) a Italia pediré que Triestina sea admitida en la Serie A", ironizó el presidente de ese club, Amilcare Berti, en tanto los fanáticos de Ternana, también en la Serie C, anunciaron una huelga este domingo, en protesta por el "privilegio" de Fiorentina.
"Hablamos tanto de democracia y aquí volvimos al comunismo y al fascismo", protestó a su vez Pietro Scibilia, presidente del Pescara, quien se pronunció por una paralización de los campeonatos, indignados por el hecho de que "personajes como Berlusconi se interesen tan apasionadamente por el fútbol".
"Berlusconi -protestó Aldo Spinelli, presidente de Livorno- cree que es el rey de Italia y lo que ha hecho es peor que el Duce (Mussolini) durante el fascismo".
Fuente : ANSA


