Abierto de Palermo. Adolfo Cambiaso, los increíbles reflejos ante un bochazo y a quién quiere enfrentar en la final

Por un instante, quienes seguían la transmisión del partido entre La Dolfina y La Natividad-Las Monjitas por televisión contuvieron la respiración. Transcurría el 7° chukker, el conjunto de Cañuelas ganaba cómodamente por 17-9 y generaba una nueva situación de ataque. Adolfo Cambiaso (h.) empezaba a sujetar su caballo porque tenía la posición perdida ante Ignatius Du Plessis y el sudafricano pegó un backhander de lleno. Preciso. De esos que elevan rápidamente la bocha y dejan casi sin reacción al rival. Sobre todo, si está a no más de dos metros, como en este caso.

La reacción del capitán de La Dolfina fue impresionante. Intuyó la trayectoria del golpe y bajó levemente la cabeza. Como suelen hacer las tortugas cuando se les acerca la mano. Una reacción instantánea. La bocha, veloz y de corto recorrido, pegó en el tradicional casco con los colores argentinos del jugador. Y para sorpresa de todos, ya que la primera impresión era que el impacto lo había recibido en los anteojos, Adolfito continuó con la jugada sobre las tablas y hasta sacó un penal a su favor. ¡Increíble!.

Los reflejos de Adolfo Cambiaso

Los polistas tienen varios elementos protectores. El primero, el esencial, es el casco. Quedó demostrado en esta acción de Cambiaso su enorme importancia, que también se evidencia con las caídas que muchas veces sufren los jugadores y los golpes que se dan en la cabeza. También tienen los anteojos protectores, precisamente para estos bochazos: jugar sin anteojos puede derivar en lesiones graves y hasta pérdida de ojo. Y después, las rodilleras y coderas. En algunos casos, sobre todo en el exterior, los cascos tienen también un enrejado adicional que les cubre el rostro.

A quién quiere Adolfito en la final

Con la victoria abrumadora por 21-10, en una de las mejores producciones de los últimos tiempos, La Dolfina avanzó a la final del Abierto de Palermo, el torneo de polo más importante del mundo. Un club que participó por primera vez del certamen en 2000 y desde entonces, con la conducción de Cambiaso, llegó a 20 finales en 21 participaciones. Sólo se quedó fuera de la de la definición en 2004. Y con esta formación, que comparte con David Stirling, Pablo Mac Donough y Juan Martín Nero desde 2011, La Dolfina ganó 8 a las 9 finales que ya disputó. Además de obtener tres veces seguidas (2013 a 2015) la Triple Corona, que conforman los Abiertos de Tortugas, Hurlingham y Palermo.

Con 16 títulos de Palermo en su carrera (Juancarlitos Harriott es el máximo ganador, con 20), Cambiaso, de 45 años, ya palpita una nueva final de Palermo. El rival del próximo sábado surgirá este domingo, del choque entre Ellerstina y La Dolfina Polo Ranch, el segundo equipo del club de Cañuelas. "Obvio que me gustaría jugar la final contra La Dolfina Polo Ranch, es un equipo nuestro, tengo amigos, estamos juntos, tienen todo mi apoyo. Pero también me encantaría enfrentar a Ellerstina. Sería una linda final para nosotros", dijo Cambiaso a ESPN Polo. Ellerstina, se recuerda, es el único invicto del año, ganó los torneos de Tortugas y Hurlingham y va por la Triple Corona.

Respecto de cómo mejoró La Dolfina en 72 horas, después de sufrir la derrota con RS Murus Sanctus (14-13) que rompió con un invicto de 34 victorias y 8 años en el Argentino Abierto, Cambiaso sostuvo: "La idea era mejorar, sí. Lo intentamos hacer ya contra Murus Sanctus, empezamos bien, pero después bajamos un poco la guardia. Hoy mantuvimos más el ritmo y pudimos aparecer bastante. Hay cosas para mejorar todavía, pero estamos encaminados para poder darnos una chance en la final también. Sabíamos que teníamos que aparecer. Jugamos sólo tres partidos juntos en la temporada, no es fácil, pero como nos conocemos tanto, sabíamos que nos íbamos a dar una posibilidad".

Sobre las marcas extraordinarias del equipo, Adolfito fue más cauto. "Siempre miro para adelante. Con lo que veníamos pasando en estos meses sólo queríamos poder jugar los cuatro juntos el Abierto. Sufrimos mucho las lesiones. Juanma (Nero) se quebró y parecía que no iba a llegar a Palermo. Yo me lesioné y sigo lesionado (desgarro en el hombro derecho). Nos pasó de todo. Pero estar en otra final del Abierto es lindo".