El Abierto de Palermo de los chicos: el mundo mágico de la Copa Los Potrillos, donde comienzan los sueños de los polistas
Otra jornada de fiesta en el Club Los Indios, con 68 equipos, 272 participantes y el deporte inclusivo
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En el predio de la Asociación Argentina de Polo en Pilar volvió a disputarse la Copa Los Potrillos, el denominado “Abierto de Palermo de los chicos”. En esta nueva edición, el tradicional certamen reafirmó por qué se ha convertido en la mayor muestra del semillero del polo argentino y del mundo, con más de mil caballos reunidos y 272 chicos participando divididos en 68 equipos.
La importancia del torneo, más allá del número de participantes, se refleja en la evolución organizacional: los chicos llegan mejor montados, más entrenados y con mayor roce competitivo que en generaciones anteriores. Y más allá de quién se suba al escalón más alto del podio, la Copa los Potrillos se sostiene sobre principios que exceden lo deportivo, ya que promueve la convivencia, el respeto por el rival y por el caballo, y la importancia de jugar dentro de las reglas. De allí que existe un código de conducta específico para jugadores y para padres, apuntando a un crecimiento saludable en valores.

Entre los múltiples torneos y categorías que tuvieron sus campeones durante la jornada, la categoría Potrillitos de Oro consagró a Polo One (Jerónimo Giménez Villamil, Franco Kohner, Antonio Giménez Villamil, Lucio Garrahan) luego de derrotar por 4 a 3 a El Overo (Cristo Heguy, Feliciano Rapetti, Lucero Monteverde, Cosme Laulhé). En Potrillos de Oro, el título quedó para Pilar Chico / Polo Champagne (Bartolomé Gaztambide, Isidro Goti, Román Echeverz y Justo Del Carril) tras vencer por 3 a 2 ½ a Oriental La Paz (Vicente Stirling, Lorenzo Nero, Alfonso Neto, Zenón Ortuti).
¿Cómo lo vivieron los campeones? “Juego al polo desde que tengo cinco años y me divierte mucho. Cuando tenía 9 me invitó Justo a jugar en este equipo. Este año jugamos contra unos equipazos y que nos esté mirando gente de 10 goles desde afuera es buenísimo”, expresó Isidro “Abrojo” Goti.
“En esta etapa me divertí mucho jugando con Pilar Chico Polo Champagne porque nos conocimos muy chicos y nos hicimos muy amigos, y también las familias son muy unidas. Nos divertimos mucho jugando y nos fue bien por suerte. En este último año jugamos las tres finales contra un equipo muy bueno y por suerte pudimos ganar”, señaló Justo Del Carril.
“Arrancamos en 2021 en minis, nos queríamos divertir y por suerte ganamos las cuatro copas: la Diamantitos, la Tolo Polo, Martindale y Potrillos”, valoró Bartolomé Gaztambide, al tiempo que Román Echeverz cerró las sensaciones de estos pequeños campeones: “Esta etapa la disfruté muchísimo jugando con este equipo; había mucha unión entre nosotros, lo que hace que nos divirtamos dentro y fuera de la cancha. Nos tocó ganar las finales contra el equipo de Trenque Lauquen y es la mejor manera de cerrar esta etapa de chicos”, nieto de Juan Carlos Echeverz.
Figura emblemática del club Los Indios, cuádruple campeón de Palermo y ex 10 de handicap, Eduardo “Ruso” Heguy, uno de los históricos impulsores de la Copa Potrillos, volvió a destacar el valor del certamen más allá de lo estrictamente competitivo. “La Copa los Potrillos es el torneo más importante de Los Indios y es, para mí, el Palermo de los chicos. Hace más de 30 años que ayudo a organizarlo, porque sé lo que significaba cuando yo lo jugaba. Ver las caras de los chicos al finalizar el día es una satisfacción inmensa”, señaló para LA NACIÓN. “Cada vez participan más chicos y más familias, y también el polo inclusivo, que suma muchísimo y emociona a todos”, amplió.
El segmento de polo inclusivo al que hace referencia la leyenda de Indios Chapaleufú II nació como un espacio que combina integración, acompañamiento y juego. Allí estuvieron participando, entre otros polistas de elite, David “Pelón” Stirling, Guillermo Caset, Juan Martín Nero, Cruz y Antonio Heguy, estos últimos, finalistas del Abierto de Palermo con Ellerstina-Indios Chapaleufú.

Todos ellos acompañaron a Salvador Condomí Alcorta, Silvestre de Olmos y Justo Sánchez Granel en un partido muy celebrado. “La verdad que estuvo espectacular. Jugamos un tremendo chukker y, como quedamos empatados, lo definimos por penales. Nos divertimos muchísimo, y lo más importante es apoyar para que los chicos se diviertan”, comentó Pelón, diez veces ganador del Abierto de Palermo y quien jugará la próxima temporada en Las Monjitas.

La Copa Los Potrillos nació en 1962 en el club Los Indios, de San Miguel, gracias a la iniciativa de Carlos Acuña, Roberto Tonnelier y Antonio Heguy. Aquella primera edición fue casi artesanal: apenas dos equipos y padres que trabajaban para reunir a ocho chicos con caballos prestados. Con el paso del tiempo, el torneo creció de forma exponencial y en la actualidad sigue dando muestras de su esencia, con polo, valores, familia e inclusión.
Postales de un día para los chicos

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