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MONTEVIDEO.- Seis jugadores de Peñarol y su DT, más tres futbolistas de Nacional que participaron en la pelea en el clásico uruguayo realizado anteayer en el estadio Centenario -terminó 1 a 1-, permanecen en la Cárcel Central, de esta ciudad, procesados por el delito de riña. Ninguno de ellos sabe cuántos días dormirá tras las rejas, aunque ya se resignan a no participar en los partidos finales del Clausura.
A las 5.30 de ayer, el juez penal Pablo Eguren procesó con prisión al técnico de Peñarol, Julio Ribas, y a los jugadores Marcelo de Souza, Darío Rodríguez, Martín García, Federico Elduayen, Fabián Cessaro y José de los Santos; y a los futbolistas de Nacional Mario Regueiro, Richard Morales y Marco Vanzini. Alejandro Lembo (Nacional) y Cafú (Peñarol) fueron procesados sin prisión, pese a que la fiscal Elsa Machado también la había pedido para ellos.
Los jugadores, que habían pasado la noche en unos calabozos del juzgado mientras se alternaban en las declaraciones, fueron trasladados por la policía hasta la Cárcel Central ubicada en el centro de esta ciudad. A las pocas horas, hinchas de ambos equipos se concentraron frente al penal con banderas, en apoyo a los deportistas, que no tienen antecedentes penales.
El juez Eguren, de turno el domingo último, había ido al estadio Centenario acompañado por su hijo y desde el palco vio cómo los futbolistas de uno y otro equipo cruzaron golpes de puño, empujones y patadas. Mediante su teléfono celular, Eguren le pidió al jefe policial los videos del escándalo y al llegar al juzgado dispuso la detención de los dos planteles, a los que interrogó durante toda la madrugada.
Regueiro, autor del gol de Nacional, fue el último en llegar pues estaba en la fiesta de compromiso con su novia. La ceremonia se limitó a sacar la foto intercambiando los anillos, pues luego fue llevado a declarar.
Eguren vio los videos con la fiscal y con los abogados de Peñarol y Nacional y una vez que identificó a los agresores libró el acta de detención. La ley de seguridad ciudadana de 1995 establece el castigo de tres a 24 meses de prisión para los delitos de riña en competencia deportiva.
Según comentó el juez, la mecha del incidente comenzó tras varios minutos de discusiones, cuando el DT de Peñarol, Ribas, le tocó la cara a Richard Morales y éste respondió con un golpe de puño.
Mientras los equipos prescindirán de los jugadores en los próximos partidos, las sanciones de las autoridades del fútbol se harán efectivas en el torneo del año próximo, por lo que no arriesgan pérdida de puntos para esta temporada.
Los abogados preparan pedidos de libertad anticipada, pero es difícil que ello ocurra antes de las eventuales finales entre Peñarol y Nacional para definir a fin de año el campeón de la temporada 2001.



