En primera persona: la experiencia de Fernando Silva en el K21 de Paraná

Entrenar gradualmente, prepararse kilómetro a kilómetro sin saltearse pasos, hacer una puesta a punto con corredores de elite e ir aumentando las distancias son decisiones determinantes a la hora de abordar una preparación y puesta a punto de acuerdo a carreras determinadas.

Inclusive, más aún cuando uno tiene experiencia en otro tipo de competencias, tales como los duatlones o mountain-bike. En lo personal, siempre prioricé las pruebas combinadas, con entrenamientos diferentes, por lo que el cambiar a competencias pedestres también modifica la forma de encarar cada desafío.

Soy de Tandil y a decir verdad, ya desde hace un par de años que venía mirando el circuito de Salomón, pero recién hace unos meses comencé a enfocarme de lleno. El año pasado probé de correr en Luján y el resultado fue positivo, siendo segundo en la general de los 10 kilómetros.

La preparación que hago con mi entrenador “Pupi” Fernández fue centrada en este tipo de carreras, respetando cada preparación, enfocando más en diferentes tipos de ejercicios.

Además, el hecho de salir los fines de semana a entrenar y a hacer fondos con Diego Simón, trabajando y potenciando la técnica, es invaluable. Diego es un gran atleta y me exige al máximo, progresando a pasos agigantados. Ya me venía arengando para que corriera e hiciera viajes. Lo acompañé a la Terma Adventure, donde salí en el segundo lugar, justamente detrás de él.

Repetí el mismo puesto en Tandil, además de conseguir el primer lugar en la general de los 25k del M42, en Sierra de la Ventana.

Lo cierto es que no quise quemar etapas y seguir preparándome, con un sueño que me rondaba la cabeza, ganar una de las pruebas de Salomón para ganarme el cupo para estar en la gran final del K42 en Villa La Angostura, y lo conseguí.

Todo se dio en el Circuito del K21 Salomón en Paraná. Si bien había arrancado bien, tuve un error que casi me cuesta demasiado caro. Tras pasar el tercer puesto de hidratación, aproximadamente en el kilómetro 14, junto a otro competidor íbamos charlando en el primer puesto, con algo más de 40 segundos de ventaja, pero nos relajamos y eso terminó por distraernos…y perdernos.

Sí, así fue. No le echo la culpa a la marcación del circuito, porque fue impecable. Debo reconocer un error personal que tiró por la borda mi estrategia de salir a buscar la competencia corriendo de manera progresiva. El extraviarme llevó a cambiar toda la planificación y tener que acelerar forzosamente.

Entre subidas y bajadas, barro y pasando por campos, tuve que seguirle los pasos a Víctor Caballero, que gana seguido ahí. Luego pude superar a Edgar Molina, que estaba punteando, para volver al primer lugar y terminar el circuito en 1 hora 19 segundos y 52 centésimas.

Las carreras de aventura tienen eso. Si no estás atento a las marcas, a veces te podes perder y tenes que saber cómo resolver la situación a tiempo.

Lo cierto es que terminé muy contento con lo hecho, aunque en plena carrera nunca logré sentirme cómodo.

Ahora, con la clasificación para el K42, lo cierto es que no estoy preparado para una distancia tan grande y el año que viene sin dudas apuntaré a correrla. Pero para noviembre mi idea es hacer lo 15 y probarme. Será la primera vez que haga una prueba de montaña y quiero aprender de ello.

Tengo experiencia en las sierras, carreras de calle y cross, pero busco empezar a incursionar en el trailrunning, viajando y aprendiendo a soltarme más en las carreras.

Mucha gente me ayudó hasta ahora y quería estar a la altura de las circunstancias. Como imagino que a la gran mayoría, mi familia es muy importante para mi, me acompaña siempre y no quería defraudarlos. Al haber ganado el K21 de Paraná siento que pude devolverles algo de todo lo que me brindan.

Ahora tengo la posibilidad de debutar en una carrera de montaña y los 15 kilómetros del K42 será una linda exigencia para mis piernas, en el bautismo en pruebas de trail. Es el comienzo…

Fernando Silva, tandilense, 33 años, profesor de Multi Sport Group.