SEVILLA (De un enviado especial).– Además de dar aliento a la par del resto del equipo, David Nalbandian siguió casi todo el partido de Juan Martín del Potro con un gesto serio, como de quien analizaba en detalle lo que estaba pasando. Tal vez en su mente cabían las mismas oscilaciones que se vivían en la cancha: de eso dependía que él tuviera a cargo el punto definitivo, contra David Ferrer, o que su domingo pasara sin actividad.
Consumada la derrota, el cordobés se sumó a la montaña humana que buscó consolar de todas las formas posibles a un Del Potro que respondía las muestras de afecto como podía. Más tarde hubo curiosidad por saber qué le había dicho David a un compañero con el que en los últimos años vivió algunas diferencias, algunos chispazos. "Lo que le dije a Del Potro en el final –contó en ese momento el unquillense– es lo que le dice un compañero a otro que dejó todo en un partidazo. No se pudo, pero Juan Martín lo dio todo."
Después llegó el momento del balance, que para Nalbandian, aun entre la tristeza, fue positivo y abarcó mucho más que la final con España: "Tenemos que estar contentos y satisfechos todos los integrantes del equipo. Fue un gran año en la Copa, estuvimos todos y llegamos lejos, ante uno de los mejores equipos de la historia. Nos apoyamos todos y quedó demostrado. Hay veces que el rival es mejor y no se puede hacer nada. A lo largo del tiempo, la Argentina ha formado grandes equipos de Copa Davis, pero lamentablemente todavía no pudimos ganarla".
