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La historia alrededor de la ruptura del vínculo entre Alberto Mancini y Guillermo Coria tuvo ayer un nuevo capítulo, al conocerse ahora la opinión del ex entrenador del número 4 del mundo. Luli Mancini, recién llegado tras tomarse unas vacaciones en Bariloche, pasó por el Buenos Aires Lawn Tennis Club y le señaló a la prensa que no hubo "motivos extraños" en la decisión de dejar de trabajar con el jugador de Venado Tuerto.
"No hay ninguna pelea, ninguna polémica, no hay que buscar motivos extraños. Fue una decisión nuestra y las razones quedan entre nosotros, son algo privado. ¿Guillermo habló de algún desgaste? No sé a qué se habrá referido… Terminamos en buenas condiciones y ojalá que en algún momento volvamos a trabajar juntos", señaló Mancini.
El rosarino, ex N° 8 del mundo, finalizó su vínculo como entrenador con Coria tras la derrota del venadense en la primera rueda del Abierto de Australia, después de doce meses de trabajo. "No fue una decisión fácil, pero creo que fue la correcta. En lo personal, voy a seguir con la academia que tengo en Rosario. Cada cosa tiene su momento, pero quiero continuar vinculado con el tenis, y si recibo alguna propuesta de algún jugador para que lo entrene, la voy a estudiar", agregó Mancini.
En cuanto a la sucesión en ese cargo, se supo que allegados a Coria se habrían contactado en las últimas horas con Gabriel Markus, ex coach de David Nalbandian -actualmente trabaja con Juan Ignacio Chela y el chileno Nicolás Massú -, y que ayer se cruzó en la sala de jugadores con Mancini.
En ese sentido, Markus le dijo al diario El Mercurio, de Chile: "No quiero ponerme a pensar nada porque estoy bien con Massú. Cualquier entrenador no puede descartar nada de inmediato, si el que se acerca es un jugador que está entre los cinco mejores del mundo. Imaginate qué significaría entrenar a Coria, con la proyección que tiene... Pero no sé, no da para pensar en más. Está todo en el aire y ni siquiera le he hablado a Nicolás. Ni siquiera he llegado a reflexionarlo".
Coria, luego de su victoria en la primera rueda ante el peruano Luis Horna, dijo que no iba a conversar con ningún entrenador hasta que termine el torneo de Buenos Aires, y sólo aceptó que hubo algunas conversaciones para trabajar más adelante con el mexicano Gil Reyes, preparador físico y psicológico de Andre Agassi, tema que fue adelantado por LA NACION en su edición del sábado último.

