Emma Raducanu, para la historia: a los 18 años celebró en el US Open su primer título y destrozó todo lo conocido

Impactante: a los 18 años, Emma Raducanu rompió cualquier previsión y se convirtió en la nueva campeona del US Open. La británica, que entró en el torneo desde la clasificación como la jugadora número 150 del ranking, conquistó el certamen en Flushing Meadows al derrotar en una final juvenil a la canadiense Leylah Fernandez por 6-4 y 6-3, ante más de 20.000 espectadores.

Raducanu es la primera jugadora en la historia de los Grand Slams, en varones y mujeres, en conquistar uno de los cuatro mayores torneos del circuito habiendo partido desde la clasificación. No sólo eso: ganó sus diez cotejos del campeonato -los tres de la qualy y los siete del cuadro principal- sin ceder ni un set. La británica ganó así su primer título WTA en lo que era apenas su segunda aparición en el main draw de un Grand Slam. Una actuación asombrosa, que le da un soplo de aire nuevo al circuito femenino.

Más de la nueva vencedora: es la primera campeona británica de un Grand Slam en 44 años, desde el éxito de Virginia Wade en Wimbledon 1977. También es la vencedora más joven desde que Maria Sharapova -con 17 años- se impuso en el All England 2004. Su actuación en la Gran Manzana le permitirá dar un salto descomunal en el ranking, desde el 150° a ser la número 24 de la clasificación semanal, todo con apenas un puñado de torneos disputados.

Nacida en Toronto, y mudada a Londres cuando tenía dos años, Raducanu es otra exponente del crisol de razas que se ha forjado en el universo de las raquetas en los últimos tiempos. Su padre es de origen rumano, y su madre, de China, de allí sus rasgos orientales. A pura sonrisa y con un tenis determinado, se convirtió en la nueva reina del US Open.

En una final entre dos novatas, la definición más joven del US Open femenino desde 1999, había que esperar de qué lado de la balanza pesarían más los nervios y la tensión. Hubo, de manera inevitable, errores no forzados. La determinación y jerarquía que las llevó a las dos a la final debía conjugarse a la vez con la nula experiencia en un partido de estas características, con el pasaporte a la gloria en juego. En ese juego, pesó más la consistencia de Raducanu que la búsqueda más agresiva de Fernandez. Parejos los números en winners y errores, la británica desequilibró en la capacidad para machacar sobre el saque rival; en definitiva, consiguió 4 quiebres sobre 18 break-points generados, el doble que su rival (2/9).

“Felicito a Leylah, primero, porque jugó un tenis increíble, venciendo a las mejores jugadoras del mundo, le espera un gran futuro. Han sido tres semanas inolvidables en Nueva York, tuve un equipo que me ha apoyado muchísimo. A todos aquí, las gracias por apoyarme desde la clasificación, y también por estar aquí en un día difícil”, destacó la nueva vencedora, con una referencia al aniversario del atentado a las Torres Gemelas, del que este sábado se cumplieron 20 años.

“Creo que el futuro del tenis femenino es muy bueno, está todo muy abierto, cualquier jugadora puede ganar. Significa muchísimo seguir el camino de leyendas del tenis británico”, agregó Raducanu, que recibió el trofeo de manos de la legendaria Billie Jean King, la mujer que cambió la historia del tenis femenino y que le da nombre al complejo en el que se disputa el Abierto de los Estados Unidos.

Lo mejor de la final

Raducanu ya había dado un aviso de lo que se venía hace poco más de dos meses, cuando era la 338 del ranking mundial y había ingresado como invitada especial en Wimbledon, donde trepó hasta los octavos de final. No la pasó bien en la despedida del Grand Slam sobre hierba, porque debió retirarse cuando estaba perdiendo por 6-4 y 3-0 con Alja Tomljanovic , por problemas respiratorios. Volvió a jugar en agosto, en el WTA de San José, con caída en la primera ronda, y se preparó para la cita en Nueva York en dos torneos menores, con cuartos de final en un ITF (similar a los challengers de varones) en Landisville, Pensilvania, y una final en el WTA 125 de Chicago, antes de disputar la previa del US Open.

El momento de la premiación

Ya en la Big Apple, fue incontenible. Venció en la clasificación a Bibiane Schoofs, Mariam Bolkvadze y Mayar Sherif. En el cuadro principal doblegó sucesivamente a la suiza Stefanie Voegele, la china Shuai Zhang, la española Sara Sorribes Tormo, la estadounidense Shellby Rogers, la suiza -y campeona olímpica- Belinda Bencic y la griega Maria Sakkari, antes del desenlace frente a Leylah Fernandez, para completar casi tres semanas que entran en el libro de los récords.

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