Con un jockey brillante, Roman Rosso manejó el ritmo y se hizo inalcanzable en el Gran Premio Nacional

La verdad más pura que ofrece el turf, aquella que dice que gana el que mejor corre, pero que a veces no es el más veloz, se dio en el Gran Premio Nacional , última etapa de la Triple Corona, con la sensacional actuación de Roman Rosso. Los 2500 metros más exigentes y que rara vez volverán a transitar en su vida los potrillos, no achicaron a Wilson Moreyra, el jockey cordobés de 26 años que ubicó en la punta desde la largada al caballo del stud La Primavera y se hizo inalcanzable.

Entrenado por Jorge Mayansky Neer cubrió la distancia en 2m34s29/100 para dejar atrás por seis cuerpos al favorito Smart Holiday, ante una multitud que pobló las tribunas del hipódromo de Palermo, en una tarde que ofreció otros dos grandes premios. Uno de ellos fue el Palermo (1600 m), donde venció Quirico con garra, llevado por el invencible jockey Jorge Ricardo, que volvió hace poco por enésima vez a las pistas, recuperado de un accidente, para sumar triunfos en la búsqueda del récord mundial.

El otro clásico de Grupo 1 de la fecha fue el Maipú (1000 m), para velocistas, donde Legión de Honor dio la sorpresa al imponerse por cuatro cuerpos ante Glory Seattle, en 54s62/100 para los 1000 metros.