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MONTEVIDEO.- Después de un viaje como el que tuvieron los caballos argentinos el martes último, con demoras para salir en el ferry hasta Colonia y el posterior retraso por un paro de transportes cuando siguieron el viaje por ruta hasta esta ciudad, podían haberse detectado signos de preocupación entre sus responsables. No obstante la desazón inicial por los contratiempos en el traslado, ayer habían mutado en una simple anécdota y sólo se apreciaba mucho optimismo.
En Maroñas, siquiera importaban el clima fresco y la llovizna que acompañaron durante casi toda la mañana los movimientos de los protagonistas del Gran Premio Latinoamericano, la carrera que se hará mañana.
Faltaba aún un puñado de minutos para las 7 cuando Necessaire, la yegua brasileña que representa al turf local, ingresó en la pista de arena del principal escenario uruguayo y se sintió que el Latino estaba mucho más cerca.
Hacia ella apuntaron las cámaras de televisión; el locutor del hipódromo advirtió sobre su presencia, y todas las miradas se enfocaron hacia el codo, donde aceleró para pasar delante del público con muy buena acción. La gente apenas tuvo tiempo para desenfundar el termo y saborear un par de mates antes de que surgiera Latency, que tras ser llevado de tiro recorrió los últimos 600 metros con la fuerza que lo caracteriza. Entero, potente, el hijo de Slew Gin Fizz provocó otra sonrisa en Juan Udaondo, su entrenador, que no tardó en dar una nueva señal, caminando junto a los palos con el dedo índice derecho en lo alto.
La siguiente pieza del equipo argentino en mostrarse fue Sixty Finder, cuyo paso fue más prolijo a medida que calentaba los motores. Dio una vuelta a la pista al trote, mientras el chileno Mar de la China recorría el terreno con más premura.
Ring Wells, otro ejemplar que llegó desde el otro lado de la Cordillera, entusiasmó con su andar y alguien se animó a decir que va a ser difícil que la yegua peruana Baleriana le impida correr adelante al pura sangre criado en la Argentina.
Los minutos pasaban y había ansiedad por ver a Storm Mayor. Pero antes salió a la pista Gal´s Honey, con paso firme y sacando las manos con muchas ganas, aunque lo suyo fue apenas un medio correr. "Lo entrené al revés esta vez. Le hice todo lejos de la carrera para que no hiciera nada fuerte cuando viniera acá y llegara con toda la fuerza al sábado", explicaba Juan Carlos Maldotti, su preparador.
A dos semanas de la corrida del caballo de Santa María de Araras, el cuidador sigue encantado con lo que vio. "Echó 2m7s2/5 en la 4a. pista; es la mejor pasada del clásico", enfatizaba.
Y a las 8.29, tras aplicársele ultrasonido en el anca y ponerle hielo en las manos, Storm Mayor apareció para hacer una muy cómoda partida de 800 metros. Ahí se lo vio ágil y muy cerca de su mejor versión. "Está sano y come bien. Esos son los mejores indicios para saber que asimiló el viaje y tenerle confianza", aseguraba el entrenador Juan Esteban Bianchi antes de dar a conocer una página de su libreto: "El ultrasonido para los caballos es como el kinesiólogo para los jugadores y el hielo en las manos es para evitar inflamaciones. Son algunos secretos de la profesión".
Los afiches en la vía pública, que invitan a ir a Maroñas porque allí "también se corre por la camiseta", pueden servir de imán en mayor medida si se considera que en Uruguay está suspendido el fútbol por estos días. Habrá que saber también que la Argentina tiene el mejor equipo.



