Un sistema activo para la seguridad de la F1

HOCKENHEIM, Alemania.- Eran feos, eran controvertidos. Son historia. Bernie Ecclestone, el zar de la Fórmula 1, se salió nuevamente con la suya: siempre se opuso a la adopción del sistema Halo de protección de los autos de Fórmula 1, y en Hockenheim, dónde hoy se disputarán las pruebas de clasificación del Gran Premio de Alemania, aseguró que la decisión de congelar su instrumentación fue unánime. Varios pilotos exigen que la modificación se introduzca en poco tiempo y se cree que la Federación Internacional del Automóvil (FIA) podría encargar un estudio para adoptar sistemas activos de protección; es decir, que no se vean normalmente pero que reaccionen ante el peligro para cuidar la integridad de los pilotos.

El Grupo de Estrategia de la Fórmula 1 que componen Ecclestone, la FIA y varios jefes de equipo de la categoría decidió el jueves que el sistema denominado Halo no se utilizará durante 2017 y se espera que se pueda implementar en 2018, con una versión mejorada.

“Todo el mundo estuvo de acuerdo. La negativa fue unánime”, aseguró Ecclestone. “No ayudará en nada”, había dicho el día anterior a la votación. “Podría empeorar las cosas si los coches vuelcan. Podría destruir más de lo que ayuda”, agregó.

Pero la mayoría de los pilotos está a favor de la utilización del sistema, que serviría para proteger sus cabezas frente a eventuales objetos que pudieran impactar en sus cascos. “Hicimos una elección entre los pilotos y el 95 por ciento votó a favor de Halo”, afirmó el cuatro veces campeón del mundo Sebastian Vettel. “No creo que haya algo de verdad que justifique una muerte”, añadió el piloto alemán.

El año pasado, el piloto de Marussia, Jules Bianchi, murió nueve meses después de un choque con una grúa en el Gran Premio de Japón que le provocó serias lesiones en la cabeza.

La piloto de pruebas española María de Villota murió en 2013, 15 meses después de un accidente, mientras que el brasileño Felipe Massa sufrió una fractura de cráneo tras ser golpeado por una pieza metálica del auto de su compatriota Rubens Barrichello en 2009.

Los promotores del sistema de protección aseguran que todos esos accidentes hubiesen tenido consecuencias mucho menores si el sistema hubiese estado implementado, mientras que los detractores afirman que no es estético para los autos y, además, le quita visión a los pilotos: un detalle que algunos de los que probaron esos sistemas confirmaron en reserva.

Para Christian Horner, jefe de equipo de Red Bull, el sistema debe ser mejorado antes de su implementación. “Como equipo no estamos a favor del sistema de ‘halo’. Creo que es una solución poco elegante y no estoy tan seguro de que sea una solución completa”, afirmó. “En lugar de hacer la mitad del trabajo, es mejor tomar un poco más de tiempo y hacerlo bien”. Red Bull ensayó el “aeroscreen”, una pantalla más parecida a un parabrisas, como sistema de seguridad.

Lo que ahora discuten los equipos es una solución para el largo plazo. Un dispositivo que pueda ser insertado dentro de la estructura del auto, que no se advierta mientras los coches compiten normalmente, pero que, gracias a la tecnología de la detección –que ha avanzado muchísimo en la industria de serie en los últimos años– pueda activarse cuando exista el riesgo de que un cuerpo extraño pueda impactar contra la cabeza del piloto.

La esperanza de los equipos es que, si tal sistema funciona, satisfará las necesidades de todos: la de los pilotos que buscan más seguridad, y la de los espectadores, que no se verán privados del carácter estético tradicional de los autos de Fórmula 1. Sin embargo, pocos creen que tal sistema pueda estar disponible para 2018.