Con mejoras en razonamiento, precisión y programación, la empresa asegura que se trata de “un paso decisivo hacia la inteligencia artificial general”
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“El mejor modelo en codificación y escritura”. Así definió Sam Altman, CEO de OpenAI a su nuevo modelo de lenguaje, GPT-5. Según Altman, esta nueva versión promete redefinir las capacidades de la inteligencia artificial generativa. “Es como usar por primera vez un iPhone con pantalla Retina”, comparó en un reciente encuentro con la prensa. Desde la empresa, aseguran que una vez que los usuarios hagan uso de esta versión, “no van a querer volver atrás”.
Según The Verge, medio estadounidense que accedió a una demostración del sistema, Altman aseguró que si GPT-3 se sentía como hablar con un estudiante de secundaria y GPT-4 como con un universitario, GPT-5 se asemeja a interactuar con alguien que completó un doctorado.
Este modelo ya está disponible dentro de ChatGPT y se presenta como una versión única que se adapta automáticamente a la complejidad de las consultas. La empresa dejó atrás el selector manual de modelos, reemplazándolo por un enrutador que decide internamente cuándo activar capacidades de razonamiento más avanzadas.
La compañía afirma que GPT-5 ofrece mejoras sustanciales en áreas clave como la escritura, la programación y la asistencia médica. En particular, sus capacidades de programación fueron puestas a prueba con resultados sorprendentes. En una demostración, un investigador de OpenAI generó en segundos un sitio web educativo completo para aprender francés, con cientos de líneas de código funcional escritas por la IA.

Para quienes acceden a través de la API (herramienta para crear aplicaciones inteligentes dentro de ChatGPT), el modelo estará disponible en tres versiones: GPT-5, GPT-5 mini y GPT-5 nano, cada una con distintos precios. En ChatGPT, todos los usuarios pueden acceder a GPT-5, aunque los planes gratuitos tendrán un límite de uso diario, tras el cual el sistema pasará a una versión más liviana.
La personalización también avanza. OpenAI incorporó cuatro estilos de personalidad para ChatGPT: Cínico, Robot, Oyente y Nerd, permitiendo que los usuarios ajusten el tono de las respuestas según sus preferencias. Además, se podrán cambiar los colores de cada conversación, en una apuesta por una experiencia más “humana”.
GPT-5 fue sometido a más de 5000 horas de pruebas para detectar riesgos de seguridad y mitigar las llamadas “alucinaciones”, es decir, las respuestas incorrectas que la IA entrega como si fueran ciertas. Si bien el problema persiste, OpenAI asegura que el nuevo modelo mejora la capacidad de reconocer cuándo no puede contestar con precisión.
El desafío ético persiste en los límites difusos de la utilidad y la seguridad. Según la empresa, GPT-5 está entrenado para ofrecer “respuestas seguras”. El modelo busca entregar información útil sin comprometer la seguridad de los usuarios ni del entorno.
Para OpenAI, este es un nuevo paso hacia su objetivo más ambicioso, desarrollar una inteligencia artificial general (AGI). Altman reconoce que aún no lo han logrado, pero asegura que GPT-5 se acerca más que nunca a esa meta. El modelo no aprende de forma continua ni incorpora en tiempo real la información nueva que recibe, pero representa un avance hacia sistemas cada vez más autónomos e inteligentes.
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