En los lotes afectados por esta enfermedad se calculan pérdidas promedio de 20% en los rindes
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Hasta la campaña pasada, el cancro del girasol generado por Phomopsis (Diaphorte heliantii, en menor medida se han aislado D. gulyae y D. caulivora) se venía manifestando en el sudeste de la provincia de Buenos aires con síntomas en tallo y hojas. La enfermedad suele ingresar a la planta entre el fin del estadio vegetativo y el inicio del reproductivo (V8 hasta r2, escala de Schneiter y Miler) por el borde de las hojas y desde allí se mueve hacia el tallo.
El síntoma en tallo son manchas alargadas color café con leche y bordes más oscuros, las cuales terminan afectando el sistema vascular de la planta y generando un secado anticipado. En las hojas el síntoma es necrosis castañas con forma de V invertida. Esta presencia en general no generaba un daño económico importante, aunque llegamos a medir situaciones puntuales en los que se llegó a incidencias del 38% y con pérdidas de rendimiento de alrededor del 9%.
Durante la campaña 2020 comenzamos a ver presencia de cancro en tallos y hojas en bajas incidencias, tengamos en cuenta que cuando uno ve el síntoma ya no tiene mucho para hacer esa campaña más que recabar toda la información posible para seguir aprendiendo y planificar el manejo a futuro. pero alrededor de r7 comenzamos a observar síntomas en capítulo (al que puede entrar entre r1 y r5).
En capítulo, la enfermedad ingresa por las brácteas (hojas) y genera una pudrición seca en forma de V, y da como resultado granos vanos o chuzos, con pérdida directa de rendimiento y pudiendo generar también muchos problemas para lograr una trilla de calidad. Llegamos a observar incidencias de hasta 70% del capítulo afectado, con mucha diferencia de afectación si el cancro ingreso más temprano o más tarde a la planta.
Estimamos pérdidas promedio del 20% del rendimiento en los lotes afectados (600 kg/ha), con presencia de plantas sanas y capítulos con hasta el 70% afectado. A partir de lo vivido en 2020 buscamos intensificar las medidas de manejo disponibles (las cuales veníamos implementando desde 2017 pero de forma más tímida) para intentar mantener la superficie sembrada con girasol en nuestra zona, ya que es uno de los cultivos más importantes.
En relación al manejo es muy importante tener en cuenta que Phomopsis sobrevive en rastrojo, semilla y hospedantes secundarios, y sus esporas son diseminadas por el viento. Una vez que está en un lote es muy difícil que retroceda, con suerte y dependiendo de la situación ambiental de cada año, las condiciones serán predisponentes para síntoma en tallo y/o en capítulo. las medidas de manejo son preventivas y son pocas, por lo cual tenemos que enfocarnos en estar lo mejor preparados posibles. Estas son:
●La primera defensa es el comportamiento genético; el comportamiento sanitario del híbrido en relación a cancro se sube al podio al momento de elegir, junto a rendimiento y materia grasa. En el mercado hay híbridos muy susceptibles con los cuales perdimos hasta el 70% de rendimiento.
●La segunda es la rotación, muy importante, pero sola no alcanza, ya que el inóculo puede permanecer viable durante cinco años. Es muy importante hacer hincapié en que el sistema de labranza no tiene gran influencia en este punto, ya que hay ejemplos de países en los cuales el sistema predominante es el de labranza convencional y esto no evita que el cancro sea una enfermedad muy importante.
●Planificar un cultivo con más aireación, si es posible sembrar con distancia entre surcos de 70 centímetros, densidades no mayores a 45.000 plantas y si el potencial del ambiente y el coeficiente de logro lo permiten menos, y deberíamos estudiar en cada zona si la orientación de los surcos también nos podría dar una mano.
●Realizar una fertilización balanceada y ajustada (el exceso de nitrógeno no es bueno)
●El control químico ha tenido resultados erráticos, pero es una herramienta más a tener en cuenta, sobre todo en lotes con historia de importantes infestaciones. la aplicación debería realizarse entre V6 y r1.
●Control con productos biológicos: no disponemos de información, pero es otro ángulo a evaluar. Hasta acá son todas las medidas preventivas, y disponemos de dos medidas más de “rescate”.
●Secado anticipado en madurez fisiológica: esta es otra medida con resultados erráticos, la cual depende del grado de infestación, determinar bien el momento de secado y las condiciones climáticas desde ese momento hasta la cosecha. ●Calibrar la cosechadora para la situación: ajustar para que los capítulos se rompan lo menos posible y la cosecha sea menos agresiva, buscando el equilibrio entre pérdidas y materias extrañas. El cancro llegó para quedarse, no esperemos que desaparezca mágicamente, el momento de manejarlo es ahora y la mejor defensa con la que contamos es la agronomía y el trabajo en red.
El autor es asesor de Agroestudio y Viento Sur SRL
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