Mientras atravesamos un buen momento en el desarrollo de startups Agtech, resuena un concepto que implica nuevos desafíos, impacta en la agroindustria y en el modo en el que se produce.
Hablamos de la bioeconomía, el concepto que hace referencia a la actividad económica que utiliza recursos biológicos para producir alimentos, materiales y energía de manera sostenible y utilizando los recursos de manera eficiente.
La aparición en agenda de la bioeconomía coincide con la intención de continuar el crecimiento en el suministro de alimentos, pero reduciendo el impacto ambiental. Esta concepción sobre el modo de producir exige aplicar ciencia para que la transición hacia la bioeconomía sea más eficiente y se logren mayor adopción de nuevas prácticas productivas.
Europa lleva la delantera en el desarrollo de la bioeconomía, tal es así que la startup francesa de cría de insectos Ctnsect recaudó US$125 millones en fondos de la Serie C y se transformó en el mayor acuerdo de financiación de agtech en etapa inicial registrado en Europa.
Los insectos encuentran mercado tanto en el consumo humano como en la ganadería, ya que son fuente sostenible de proteínas.
En la Argentina también los científicos han decidido salir de la zona de confort y ponerse el traje de emprendedores con el objetivo de darle un nuevo impulso a las economías regionales y con la mirada puesta en lo que elige el consumidor.
En 2016, Matías Viel se conectó con Grid Exponential. Gracias a la aceleradora abrió el contacto con investigadores que estudiaban la sanidad de las abejas y la polinización de cultivos y crearon Beeflow: una startup que brinda servicios de polinización de cultivos que logra aumentar entre un 20 y 90% del rendimiento de los cultivos.
El método se probó en arándanos, manzanas, almendras y kiwis. Su desarrollo interesó a la aceleradora más importante de biotecnología del mundo, Indiebio y recibieron US$250.000 de inversión en 2017 y nuevos contactos para instalarse en Estados Unidos y proveer de servicios a la empresa más importante de almendras y producción de frutos rojos en EEUU.
Aceleradoras
Hace poco más de un año y medio, nació Aceleradora Litoral, con el objetivo de potenciar proyectos de base científica.
Se reunieron la Universidad Nacional del Litoral, el Parque Tecnológico del Litoral, la Bolsa de Comercio de Santa Fe y la Unión Industrial de Santa Fe. El rol específico de Aceleradora Litoral es colaborar con emprendedores/científicos que se deciden a crear startups haciendo foco en que los modelos de negocio de las propuestas aceleradas sean escalables (provenientes de resultados de investigación).
Desde su lanzamiento invirtieron en dos empresas de biotecnología aplicada al agro: Inbioar, una startup que desarrolla prototipos (extractos o compuestos) para la producción de bioinsumos agrícolas (herbicidas, fungicidas e insecticidas) y Bioheuris, que desarrolla sistemas de control de malezas basados en la combinación de líneas elite con tecnologías de resistencia a herbicidas introducidas en el cultivo mediante edición génica.
La bioeconomía abre la posibilidad a que los científicos se animen a crear su propia empresa. Las aceleradoras como Litoral y Gridx cumplen una función esencial invirtiendo y validando ideas. El trabajo en equipos multidisciplinarios es fundamental, y una muestra de ello es Beeflow, donde los científicos se conectaron con un emprendedor para llevar la idea adelante.
Producir alimentos para el mundo requiere de ciencia y equipos, tenemos un nuevo desafío por delante.
El autor es socio de Barrero & Larroudé