Gerardo Bartolomé, presidente de GDM global, plasmó su trayectoria en “La soja y el agrónomo, vidas paralelas”
En 1974, Gerardo Luis Bartolomé estudiaba agronomía en la UBA. Como la facultad estaba cerrada por unos meses, le propuso a su madre reacondicionar todo el pasto del jardín. Para su sorpresa, le dijo que sí, que avanzara. Agarró una pala y otras herramientas de jardín y se puso a trabajar en eso para tener uno nuevo. Esa fue su primera experiencia agronómica y algo había cambiado dentro de él.
Como símbolo del cierre de una etapa, luego de 40 años de trayectoria en el sector, Bartolomé, presidente global de GDM, grupo que controla entre otras marcas el semillero Don Mario, presentó su libro “La soja y el agrónomo, vidas paralelas”.
A fin de año dejará una posición de CEO, que será ocupada por Ignacio, su hijo. “Me pareció oportuno escribir un libro que relacionase la vida del agrónomo con la vida de la soja, paralelismo en el que siempre advertí notables similitudes”, explicó en una presentación anoche en el hotel Sheraton de Pilar rodeado de familiares, amigos y colegas.
Según contó, se trata de una muestra de agradecimiento hacia la comunidad de ingenieros agrónomos y un reconocimiento a su gran pasión, el cultivo de soja.
Al mismo tiempo, explicó que quiso rendir, a través de la soja, un reconocimiento a todas las plantas en la Tierra. “Sin ellas la vida humana no sería posible. Las plantas nos dan alimento, recursos, alegría; casi todo lo bueno de la vida está cifrado en las plantas”, expresó en la presentación del libro.
Sobre los ingenieros agrónomos expresó: “Son los arquitectos que diseñan el cultivo para buscar la mejor combinación entre el genotipo que se siembra y el ambiente en el cual se siembra”.
Obdulio San Martin, un referente de la soja y director durante varios años de Don Mario, coordinó la ceremonia. “El que avisa no traiciona”, contó que le dijo a Bartolomé antes de la ceremonia. Habiendo compartido 30 años con él, para presentarlo proyectó imágenes con las diferentes “facetas” del empresario a lo largo de su carrera. Como cantante, chef, asador y ahora escritor.
Bartolomé calculó tener 70 ciclos convividos con el cultivo de la soja, entre la producción en el hemisferio sur y el hemisferio norte.
“Me he permitido vivirla y tener una empatía con el cultivo que me hizo buscar en ella un aprendizaje para la vida humana”, afirmó. En rigor, encontró analogías “muy profundas”, por ejemplo al hablar de los estados reproductivos de la soja, de R1 a R8. En el ser humano esto sería de las edades de 10 a 80 años. Él se catalogó en R6.5.
Con la voz quebrada, le agradeció a sus cinco hijos, Sofía, Ignacio, Josefina, Lucía y Ana. “Me permitieron darle tiempo a la soja y al trabajo. Gracias por la paciencia y el amor que me han dado”, expresó. También a su “compañera de ruta” Marcela, su esposa. “Siempre sos la que has estado a mi lado y me has acompañado en absolutamente todo”.
Su mujer desde hace 38 años subió al escenario para dar unas palabras. Hizo un paralelismo entre el agrónomo que ella comentó: “Más conozco”. Y la soja. Le agradeció, destacó su pasión, su intuición e incansable voluntad.
“Ahora ya estás en R6 y para honrar a la nueva y moderna soja puedo afirmar que te veo bien enlistado para llegar con el ánimo intacto a los R7 y R8. Te auguro una óptima cosecha con el mejor de los rindes, sin dudas, y espero estar ahí para seguir acompañándote”, dijo, emocionada.
“Estoy muy orgullosa de vos”, le dijo su hija Lucía tras agradecerle por haberle permitido acompañarlo en todo este proceso. Ella, junto a Historia Urbana, colaboraron en la escritura del libro.
La ceremonia continuó con un panel para replicar los diferentes “R”, con personas “muy queridas por Gerardo”.
Así subieron al escenario como R3 Santiago López Menéndez; R4 Javier García Frugoni; R5 Juan Pablo Arabetti; R6 Cesar Belloso y R8 Jorge Aristi.
Entre risas, anécdotas, momentos de emoción e historias compartidas, cada uno de ellos prestó testimonio de su vida compartida con Bartolomé. Sobre los comienzos en Chacabuco, el paso de algunos de ellos por Don Mario, entrevistas laborales, las primeras pruebas e investigaciones de la empresa. Errores y aciertos.
“Yo estoy en R 6.5. A fin de año Nacho toma la posta y yo empiezo una etapa nueva y con el cultivo de soja la maduración se acelera; una linda etapa nueva. Con este libro, humildemente, quiero aportar esta mirada. Todos convivimos con las plantas, con la soja, el maíz o cualquier planta que cada uno tenga en su jardín o en su maceta. Creo que hay mucho que aprender de las plantas: la simpleza y el ciclo de la vida. A las plantas hay que respetarlas para garantizar nuestra propia supervivencia y disfrutarlas porque nos dan mucha alegría”, concluyó Bartolomé.