La medida de fuerza es por el rechazo a la reforma laboral que impulsa el Gobierno; Ciara dijo que se trata de una protesta de índole político
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ROSARIO.-El incesante tránsito de camiones cargados con granos por la ruta A012, cercana a los puertos de esta ciudad, anticipaba lo que iba a venir: una huelga de la federación de los trabajadores aceiteros en rechazo a la reforma laboral que impulsa el gobierno de Javier Milei dejó desde el miércoles a la noche varias terminales portuarias paralizadas.

La medida de fuerza no afecta todos los puertos de la región, porque el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros del Departamento San Lorenzo (SOEA) no adhirió al paro, sino que decidió plegarse a la movilización en la Plaza de Mayo, y no interrumpir la actividad en las terminales que están ubicadas al norte de Rosario. Según fuentes del sector, el paro afectaba este jueves a las plantas de Dreyfus, en General Lagos, y Cargill, en Alvear, como así también la terminal de Viterra en Bahía Blanca.
La medida de fuerza, impulsada por la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, provocó malestar en el sector agroexportador. Fuentes de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) señalaron que el paro “no tiene ningún fundamento gremial, ya que no existe un conflicto laboral”.

Recordaron que en el último acuerdo paritario se firmó un documento que hablaba de “paz social” en el sector. “Es una decisión puramente política, ajena a la industria. El gremio argumenta que es por el proyecto de ley de modernización laboral que se está tratando en el Senado de Nación, es ahí donde deben participar, tal como están haciendo otros sindicatos y demás interesados; no es haciendo daño a los trabajadores y a toda la comunidad aceitera argentina”, plantearon desde el sector agroexportador.
Situación
Lo que más molesta a Ciara es que este paro se lleva adelante un mes después de cerrar la paritaria con los sectores gremiales, en el que se incluyó –según remarcaron- la cláusula de “paz social”. El acuerdo salarial abarcó dos etapas. En primer lugar, se cerró la paritaria 2025 con una actualización que respetó la inflación prevista para este año. Y otro capítulo en el que se pactó un incremento total del 13,8%, que se aplicará en tramos escalonados a lo largo de 2026.
Tras este acuerdo salarial, la industria aceitera parecía aliviada de conflictos a corto plazo. Pero la discusión de la reforma laboral en el Congreso encendió un nuevo frente de tormenta luego de que la Federación Aceitera y Desmotadora de Algodón decidiera realizar un paro en rechazo a la nueva legislación laboral que comenzó a discutirse.
Esa rama sindical explicó en un documento que “la huelga nacional aceitera para el 18 de diciembre es para garantizar la presencia de todos los trabajadores a la movilización convocada por la CGT en contra de la regresiva reforma laboral”.

Ese sector gremial respondió al argumento que planteó Ciara que se trata de “un paro político”. Dijo: “La cámara representativa de las empresas de la actividad respondió con un comunicado en el que expresa su rechazo a la medida por considerarla una huelga política y dijo que procederá a tomar todas las medidas que establece la ley. No sabemos si se refieren a la ley vigente o al proyecto que redactaron sus asesores para empeorar las condiciones de trabajo y de vida de la clase trabajadora argentina”, respondieron con ironía en un comunicado los dirigentes de la federación aceitera.

Y agregaron: “En cualquier caso, la Constitución Nacional y la ley vigente garantizan el derecho de huelga y de toda medida legítima de acción sindical, por lo que toda represalia que tome la patronal será una represalia por el ejercicio de un derecho”.
El otro gremio fuerte en el sector, como SOEA, donde están asentadas la mayoría de las terminales, decidió no plegarse al paro, pero sí respaldar la movilización. La postura de SOEA también apunta a rechazar los cambios que pretende el Gobierno en materia laboral. Según advirtieron fuentes de ese sindicato, “el banco de horas y el fin de la ultraactividad son un golpe directo al bolsillo de los trabajadores” de esa rama de la industria.
Mario Chara, secretario de organización de SOEA, detalló que la reforma “es letal para el sector aceitero”. Expresó: “El sistema de banco de horas elimina las horas extras y flexibiliza la jornada a favor de la empresa”, aseguró el dirigente, que también planteó que “buscan eliminar la ultraactividad. Si cae el convenio, cae la columna vertebral de nuestro salario y nuestra dignidad laboral”.
“Tenemos los mejores salarios de la región porque hay convenios fuertes, organización sindical y derechos claros. Esta reforma viene a romper ese equilibrio. Si avanza, el trabajador va a perder poder adquisitivo y condiciones laborales”, agregó Chara.
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