"El esfuerzo de 10 años". La bronca en una escuela por un robo a su tambo

Una escuela agropecuaria sufrió el robo de todo el equipo de un tambo de cuatro bajadas que forma parte de un proyecto de desarrollo educativo. Se trata del Centro de Formación Rural El Tejado de General Rodríguez, provincia de Buenos Aires, que el lunes pasado durante la noche fue desvalijado por un grupo de delincuentes que se llevaron herramientas de la ordeñadora y de las instalaciones valuadas en $700.000.

"Se llevaron el instrumental del tambo, la bomba sumergible que le da agua a todo el colegio, parte del equipo de frío que se usa para la calidad de la leche. No se llevaron el hormigón porque no podían", dijo Alfredo Antoniazzi, director del centro educativo en conversación con LA NACION.

Según consta en la denuncia, los delincuentes se llevaron un motor monofásico, bomba de vacío, electrobomba, recibidor de leche para 50 litros, cuatro unidades de ordeñe, un sistema de pulsado, una unidad frigorífica, entre otros elementos del tambo. El equipo robado está valuado en $700.000, aproximadamente. "Era un equipo usado, no era nuevo, pero la pérdida para nosotros es enorme", señaló.

La escuela alberga actualmente a 115 alumnos quienes reciben clases específicas sobre el tambo, la industrialización de los alimentos, avicultura, huertas y el sistema agrícola ganadero. En las 26 hectáreas de la institución educativa hay animales de distintas especies y áreas de aprendizaje que sirven para ayudar a los chicos a conocer la eficiencia y el trabajo del campo. Está ubicada sobre la ruta provincial 6.

"Por el problema de la pandemia, veníamos solo los que teníamos que hacer las tareas que no se pueden dejar de hacer, como ordeñar las vacas, alimentar a los animales y por eso seguimos trabajando. El lunes a las 7 de la tarde fue la última vez que se pudo ver el equipo completo cuando se hizo el ordeñe, y al siguiente día que llegamos ya no estaba", agregó.

En la escuela ya habían tenido robos, pero ninguna de similares características. "Ya está hecha la denuncia, vino la policía científica a tomar huellas, también hicieron un desarrollo perimétrico", expresó.

"Queríamos seguir creciendo en el plantel animal, tener animales propios y queríamos hacer inseminaciones, siempre con la participación de los monitores (profesores), familias y alumnos. Esto lo queríamos hacer a medida que la producción se iba haciendo más eficiente, es un proceso lento para nosotros, pero queríamos hacerlo", indicó.

El centro educativo tiene cinco vacas de ordeñe que las mandaron a campos de amigos y vecinos ante la falta del equipo necesario para hacer las tareas del tambo. "Para nosotros lo que se robaron es material educativo, no productivo. Son herramientas importantes para enseñar a los chicos. No solo hicieron un daño económico y material, sino que atenta contra la educación de la comunidad y más en la situación de pandemia", observó el director.

Las ganancias de la producción agropecuaria de la escuela sirven para sustentar los gastos del centro educativo y con ella poder realizar una producción más eficiente. En tanto, desde que se inició la pandemia, por la imposibilidad de recibir clases prácticas y por ende producir los alimentos, decidieron mandar la leche a una productora que hace quesos artesanales.

"Lo que se llevaron implica el esfuerzo de 10 años de haber logrado todas las áreas productivas del colegio. Implica un esfuerzo económico y de cada uno que trabaja en la parte productiva. Nosotros buscamos darle valor al trabajo real, que los chicos cuando salgan del colegio tengan una prioridad laboral que sepan trabajar, que no sean chicos que no tienen una práctica", afirmó Guillermo Tejeda, profesor de la institución, quien subrayó la importancia que tiene el instituto en la vida de los alumnos a la hora de insertarse laboralmente.