Las cotizaciones de los principales granos en la Bolsa de Chicago evolucionaron con escasos cambios hasta el penúltimo día de la presente semana. La alta volatilidad que caracteriza a esta plaza, continua intacta. Ello, debido a que los fondos de inversión (tanto especulativos como de índices), a pesar de las agresivas ventas de los últimos 45 días, aún mantienen una importante posición sobrecomprada en los distintos mercados de futuros estadounidenses. Esto vincula estrechamente a las commodities agrícolas con la inestabilidad de la economía mundial. En otras palabras, en buena parte de los días el Mercado de Chicago cotiza la crisis y sólo en algunos cotiza los granos.
Al analizar la evolución de las cotizaciones de cada uno de los granos en Chicago (desde julio de 2010 a la fecha) queda en evidencia que los fundamentos son lo que mejor explican la formación de los precios en el mediano y en el largo plazo. En efecto, mientras la soja y el trigo subieron cerca del 25% en dicho lapso, el maíz lo hizo en más del 45%. Precisamente este último grano, muestra un singular ajuste en sus stocks tanto a nivel mundial como estadounidense.
No obstante, la principal dificultad en la plaza maicera continúa siendo encontrar el nivel de precios que equilibre una compleja situación de oferta y de demanda. Meses atrás, cuando el maíz se cotizaba entre 280 y 300 dólares por tonelada, nuestra sugerencia fue adoptar coberturas flexibles utilizando las opciones de venta en la plaza de Chicago. Ahora, si bien los 250/260 dólares parecieran adecuarse mucho más a la realidad, nuestra opinión es que este nivel de precios continúe siendo excelente y su extensión en el tiempo es, al menos, cuestionable.
Trigo y soja
Por el lado del trigo, las relaciones stock/consumo tanto mundiales como estadounidenses se encuentran en niveles históricamente adecuados. Además, los voluminosos excedentes exportables de los países del Mar Negro compiten ferozmente en el mercado mundial, tanto de cereales alimenticios como de forrajeros.
En lo que a la soja respecta, sus precios intentan estabilizarse tras las pronunciadas bajas de los últimos meses. El ajustado balance de oferta estadounidense para el ciclo 2011/2012 que venía siendo observado con lupa por los operadores, ya no pareciera ser motivo de discusión. Actualmente, la atención se concentra en la débil demanda de China sobre EE.UU.; en el inicio de la nueva campaña sojera en América del Sur, y en un mercado de aceites que oscila entre los crecientes excedentes de óleo de palma y un sostenido consumo para biocombustibles.
En lo que hace al hemisferio sur, sin duda que el clima ha mejorado y podría seguir haciéndolo si ocurriesen las precipitaciones esperadas para la zona núcleo argentina. No obstante, las continuas voces de alerta de los climatólogos en relación a la eventual repetición de un fenómeno climático "La Niña" obliga a ser cautos. Este es un año en el que se debe hablar después de que llovió y no antes. A esta incertidumbre productiva se suman las dudas de una crisis financiera internacional que pareciera reciclarse. En tal escenario, volvemos a insistir, con la adopción de coberturas flexibles como única solución.
Plaza local
En el mercado local, el trigo y el maíz muestran un nivel de operatoria muy reducido, a la espera de que los esfuerzos del sector cooperativo para mejorar el actual proceso de "formación de precios" rinda sus frutos.
Mientras tanto, las siembras del forrajero ya muestran un avance superior al 50 por ciento, al igual que las del girasol, cuyos precios acusan la presión derivada de la gran cosecha de esta oleaginosa en Rusia y en Ucrania.
Es muy probable que las coberturas flexibles sugeridas para la soja (basadas esencialmente en el uso de opciones de venta en la plaza local), complementadas con los buenos valores "forward" del sorgo y de la cebada, sean la base de la caja con que el productor deberá manejarse en los meses por venir.