
Se recomienda la aplicación de fungicidas cuando el cereal tiene de seis a ocho hojas o en el inicio de la floración; la fertilización con azufre mejora los rindes
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BRAGADO.- A pleno ya con el uso de híbridos de alto potencial, potentes herbicidas y dosis elevadas en la fertilización, la avanzada tecnológica en el maíz parece destinada a dar nuevos pasos con el fin de subir todavía más el techo del rendimiento del cereal.
En línea con ese objetivo, una de las novedades en danza pasa por la aplicación a nivel productor de fungicidas para el control de enfermedades, básicamente roya, donde no es extraño toparse ante años y materiales muy susceptibles a la enfermedad con respuestas en el rendimiento de 500 a 700 kilos por hectárea.
Concretamente, con la tecnología ya más asumida entre semilleros y quienes trabajan con maíz pop corn o pisingallo, hoy varios expertos consideran que al fungicida le queda por delante un desarrollo grande a nivel de los productores.
"De todos modos, en primer lugar sería bueno que los productores conozcan el problema de la enfermedad para después decidir controlarla ante un ataque fuerte", dijo Ernesto Sakima, delegado del soporte técnico de Basf en la zona de Junín, durante la jornada A Campo, organizada de manera conjunta entre esta empresa Nidera, Agroservicios Pampeanos (ASP) y Jacto.
Por la experiencia que ya hay en otros cultivos, la roya es una enfermedad que tiene una progresión muy rápida, presentándose con pústulas de color anaranjado-marrón y haciendo disminuir el área fotosintética, aparte de quitarle nutrientes al cultivo en desarrollo.
"Para esto hay una tecnología que se puede aprovechar; hay híbridos comerciales que son más susceptibles que otros y donde también se pueden esperar respuestas de, por ejemplo, 500 kilos", comentó el técnico de la empresa.
Más allá del rinde, en un cultivo donde se aplicó fungicida (Basf tiene disponible Opera) el control también se observa en las hojas superiores (la aplicación da mayor tenor verde y área foliar) y alrededor de la espiga, que aparece más limpia y sana. Entre las opciones de control la aplicación se puede realizar con el maíz en 6-8 hojas (se pone 750 centímetros cúbicos de este producto) o en el inicio de floración (en este caso se debe hacer una aplicación aérea).
Fertilización con azufre
Entre otras cosas, en la jornada se difundieron también datos sobre el impacto de la fertilización con azufre, donde se pueden esperar (aparte del nitrógeno y el fósforo) respuestas de 700 kilos, en promedio, según comentó Martín Liffourrena, técnico de Agroservicios Pampeanos.
Ese rinde se observó en suelos de esta región, que son muy compactados, de baja materia orgánica (1,96%) y que, aun ya con niveles de 11 ppm de azufre, respondieron bien. "Si hay 14/15 ppm la idea es no fertilizar", aclaró el técnico.
En esta experiencia, la empresa aplicó el azufre un día antes de la siembra del maíz con su equipo Terra Gator (el productor tiene la opción de aplicarlo al voleo, incorporarlo a la línea de siembra o ponerlo con el cultivo de tres a cinco hojas). El cereal se fertilizó con 25 kilos de azufre como elemento, una medida alta para la región, donde en promedio se usan entre seis y 10 kilos. Los técnicos de ASP pusieron ese nivel para asegurarse una mayor respuesta.
Además del impacto sobre el rendimiento, con el azufre viene un color verde más oscuro en las hojas superiores, lo cual contribuye a que no se sequen por anticipado, y es posible notar que las espigas no se retuercen en la punta.
Más híbridos
Por el lado de Nidera, otra de las firmas organizadoras de la muestra, sobresalió la presentación del AX 885 HCL, híbrido de la tecnología Clearfield sobre el cual se puede utilizar sin inconvenientes el herbicida Onduty, que entre otras cosas aporta un mayor control de malezas perennes que otros productos, además de poder residual. Entre otros híbridos también estaban como novedad el AX 892 MG y el AX 877 CL MG.
En cuanto a soja, la empresa mostró sus nuevas variedades A 3933 RG (es de un grupo III largo de alto rinde y más indeterminada que lo que hay en el mercado), A 4613 RG (es de un grupo IV largo, compacta, con entrenudos cortos y de alto índice de cosecha) y A 4209 RG (es de un grupo IV pero más corta que la anterior). "Esta variedad también tiene una estructura compactada y muy buen comportamiento sanitario", expresó Claudio Santana, gerente comercial de la firma en el centro bonaerense.





