Lo hizo Microsoft, que desarrolló FarmBeats, una solución que facilita a cualquier productor obtener mapas de la humedad de los suelos, a partir de datos satelitales y de sensores
Son varias las cuestiones que preocupan a los productores agropecuarios, entre ellas están la conectividad, la eficiencia y el control de la producción, el alerta temprana frente a las inclemencias climáticas. Con ese eje, Microsoft presentó en Expoagro una propuesta bajo el nombre de FarmBeats, una solución basada en la nube inteligente de Azure que, gracias a la inteligencia artificial, facilita a cualquier productor obtener mapas de la humedad de los suelos a partir de datos satelitales y de sensores, realizar un seguimiento pormenorizado del estado del campo, analizando múltiples variables como condiciones del aire, de la tierra, del clima, del abono, etc.
“El campo argentino es clave para el desarrollo del país. Hoy este sector genera millones de datos, y es necesario volverlos inteligentes para tomar mejores decisiones que permitan ganar eficiencia e incrementar la producción de alimentos para el 2050 poder afrontar el incremento del 50% de la población actual”, sostuvo Fernando López Iervasi, gerente general de Microsoft Argentina.
“El futuro será la de una agricultura basada en datos. La clave pasa por incorporar tecnologías de nube, inteligencia artificial, Internet de las Cosas, big data y analítica de datos, blockchain que faciliten y optimicen nuestras tareas de todos los días, y que estén al alcance todos los productores y a lo largo y ancho del país a nivel federal”, añadió.
En este contexto, dio a conocer las historias de GDM, Agrobit y Silohub, tres empresas socias y clientes de la compañía, que desarrollan soluciones y proyectos para una agricultura y ganadería digital. Según informó, una de las agtechs que logró escalar su modelo de negocio a través de la tecnología fue Agrobit, startup argentina que creó Aca mi campo, una plataforma digital de agricultura, trazabilidad y gestión analítica que brinda un apoyo integral al productor agropecuario.
“La plataforma, que ya es utilizada por 15 mil productores y 200 ingenieros agrónomos, utiliza tecnología de la compañía para transformar los datos económicos, biológicos y tecnológicos en información valiosa para la toma de decisiones, con el fin de alcanzar un esquema productivo sustentable, mejorando resultados económicos y preservando el ambiente”, contaron.
En este sentido, Horacio Balussi, fundador y director de Agrobit, indicó que la nube les permitió llevarle a la mano del productor las recomendaciones que hoy son de valor para su negocio. “Hacia adelante, creo que el desafío está en la adopción de esta tecnología que se logra con el empoderamiento de los jóvenes para que esta oportunidad se pueda capturar”, comentó.
En la misma línea, está Silohub, agtech enfocada en digitalizar la última milla de la cadena del agro y que tiene como propósito conectar a los fragmentados actores del sector en una infraestructura digital común que los potencie, acelerando la transición a una cadena agroalimentaria más eficiente y sustentable.
“Desde nuestra visión, la siguiente revolución agtech se dará ‘tranqueras afuera’, es decir respondiendo a la problemática de cómo llevar los granos de la zona de producción a la zona de consumo, cómo conectar a los productores con la cadena agroalimentaria. Para el futuro, necesitamos generar un ecosistema más interconectado y trabajar entre toda la industria para poder lograrlo para que, cuando capturemos un dato y lo estructuremos, podamos ponerlo al servicio para que pueda ser usado por todos los sistemas”, comentó José Bonansea, fundador y CEO de la agtech.
Por último, GDM, líder en genética vegetal, busca con su tecnología Optimus, incorporar inteligencia artificial y tecnologías de analítica avanzada, para recomendar a los agricultores la mejor semilla para el cultivo de soja en su parcela.
“El momento que hoy vivimos hace que tengamos que ser los generadores de los cambios, tener la capacidad de anticiparse de manera proactiva. Las claves de esta nueva era son la capacitación constante y la capacidad de aprendizaje autónomo, así como también la formación de equipos con diferentes perfiles, donde quién se ocupe de la parte de desarrollo pueda entender el negocio y viceversa. Hoy cada vez más, los perfiles profesionales vienen con mayores conocimientos de base, por ejemplo, los ingenieros agrónomos saben también de programación y de datos y quienes desarrollan adoptan conocimientos sobre genómica. Este fenómeno genera un gran valor para la industria, porque personas con formaciones diversas aportan su visión en los diferentes proyectos”, comentó Nicolás García Dutriez, Technology & Digital Business Manager en GDM.
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