Fue el 20 de mayo pasado. Ese día, en el marco de un "paro a la japonesa", como el que hoy llevan adelante trabajadores de ATE del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) en el aeropuerto de Ezeiza, se detectó algo de alto riesgo para la sanidad del país.
Un ciudadano chino, procedente de un vuelo desde el país asiático, intentó ingresar con seis patas de cerdo crudas en una valija.
Más allá de lo llamativo del caso, el ciudadano chino hizo algo prohibido porque no se puede ingresar ese tipo de producto.
En medio de una fuerte crisis sanitaria en China por la peste porcina africana (PPA), que está generando la mortandad de millones de cerdos, el paso de esas seis patas de cerdo hubiera sido un riesgo para la producción porcina argentina, libre de esa temible enfermedad. El Senasa reforzó controles para evitar cualquier propagación de esa enfermedad de la cual es libre la Argentina. Entre otras acciones para mitigar riesgos de entrada de la enfermedad desde el exterior, este año no habrá cerdos en la Exposición Rural de Palermo.
Ese lunes del 20 de mayo pasado, trabajadores de ATE del Senasa también estaban realizando un paro a la japonesa y se frustró el intento de la entrada con las patas de cerdo.
Si bien ese día del "paro a la japonesa" se descubrieron las patas de cerdo, lo cierto es que es constante la detección de alimentos de ingreso prohibido con un sistema de muestro de alta efectividad e, inclusive, está en acción una simpática brigada de beagles para reforzar los controles.