El precio de la soja cerró en baja ayer en la Bolsa de Chicago y terminó la semana con un quebranto del 3,1%, en medio de un clima de incertidumbre entre los operadores por el número final de hectáreas cubiertas con la oleaginosa en la campaña estadounidense 2019/2020, tras las demoras ocasionadas por el tiempo húmedo.
Al momento de fijar los ajustes de la rueda, las pizarras reflejaron quitas de US$4,77 y de 5,06 sobre los contratos julio y agosto de la soja, cuyos precios resultaron de 320,50 y de 321,87 dólares por tonelada. En el balance semanal estas posiciones resignaron un 3,10 y un 3,15% frente a los valores vigentes el viernes anterior, de 330,60 y de 332,35 dólares.
Entre los fundamentos que inclinaron el mercado hacia el terreno negativo se destacó la previsión de buenas condiciones meteorológicas para las próximas dos semanas, con temperaturas y lluvias levemente por encima de las marcas usuales para buena parte de las zonas productoras de granos gruesos estadounidenses.
Así como semanas atrás las lluvias eran un factor alcista, por su impacto sobre los trabajos de siembra, ahora resultan un dato bajista, porque les asegurarán a los cultivos buenas condiciones para iniciar las etapas reproductivas que definirán su potencial de rinde, donde el requerimiento de humedad crece. En ese sentido, pasado mañana, en su reporte semanal sobre cultivos, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) comenzará a relevar la floración en soja y la polinización en maíz.
Y atado al factor clima, entre los operadores siguen las dudas en torno del informe sobre áreas sembradas publicado el viernes anterior por el USDA. Si bien hay consenso en cuanto a que los 32,37 millones de hectáreas previstos por el organismo para la soja resultan un dato muy exiguo, el hecho de tener que "trabajar" a ciegas hasta el 12 de agosto, cuando se rectificarían las cifras oficiales, dejará un margen amplio para la acción de los especuladores y garantizará un importante grado de volatilidad para los precios en las próximas semanas.
El otro factor bajista relevante continúa siendo la fiebre porcina africana, que pese a las medidas que el gobierno de China implementó desde agosto, cuando la enfermedad tomó estado público, continúa siendo la espada de Damocles para la demanda global de soja. Tanto es así que ayer se confirmó un nuevo foco (ver Fundamentos para el análisis).
Respecto del maíz, ayer las pizarras de Chicago mostraron alzas de US$0,40 y de 0,79 sobre los contratos julio y septiembre, cuyos ajustes fueron de 170,86 y de 172,73 dólares. En el balance semanal estas posiciones subieron un 3,34 y un 3,30% frente a los valores vigentes el viernes anterior, de 165,44 y de 167,22 dólares.
Así, el valor del maíz recuperó parte de lo perdido durante el segmento comercial anterior (5%), luego de que el USDA estimó en 37,11 millones de hectáreas la superficie sembrada con el cereal en los Estados Unidos. Con el transcurrir de las ruedas, la "crisis de confianza" sobre el dato oficial quedó plasmada sobre los precios. El repunte, sin embargo, estuvo limitado por las mejores perspectivas climáticas para los cultivos y por un volumen de exportaciones semanales inferior a la expectativa de los operadores.
Acerca del trigo, ayer la posición julio en Chicago y en Kansas sumó US$0,46 y 1,10, en tanto que su ajuste fue de 190,79 y de 161,30 dólares. En el balance semanal, dicho contrato perdió un 1,66 y un 2,77% frente al valor del viernes anterior, de 194,01 y de 165,90 dólares, respectivamente.
Mercado local
En la plaza doméstica de la soja, la rueda volvió a evidenciar un bajo volumen de negocios, producto del rechazo de los vendedores a los precios propuestos por la demanda. Por tonelada con entrega contractual (dentro de los 30 días) las fábricas ofrecieron $9100 para el Gran Rosario, $100 más que anteayer. Por operaciones con entrega inmediata los compradores convalidaron hasta 9300 pesos.
Para las entregas diferidas al último trimestre del año, los interesados redujeron sus ofertas de 9600/9700 a 9400/9600 pesos por tonelada. En el Mercado a Término de Buenos Aires las posiciones noviembre y mayo bajaron US$2,20 y 1,60, al cerrar con ajustes de 238,80 y de 236 dólares.
El maíz con entrega hasta el miércoles próximo se mantuvo en $6800 por tonelada para el Gran Rosario, mientras que por el grano con entrega contractual la oferta fue de $6400.
Por trigo disponible la exportación pagó entre 195 y 205 dólares.
Fundamentos para el análisis
Cruje la demanda de soja y se tonifica la oferta de trigo
Fiebre porcina en China
El Ministerio de Agricultura de China confirmó ayer un nuevo brote de fiebre porcina africana en el condado de Luchuan, en la región suroeste de Guangxi. El gobierno chino ya reconoció 143 brotes de la enfermedad desde agosto pasado y calculó en 1,2 millones la cantidad de porcinos sacrificados. Para el mercado de la soja, el hecho de que la crisis sanitaria se prolongue en el principal comprador mundial plantea un gran interrogante sobre el rumbo de la demanda. Y, particularmente para EE.UU., representa una presión adicional a las actuales existencias récord de soja.
De Ucrania al mundo
"La producción de trigo en Ucrania aumentaría un 16,9%, a 28,8 millones de toneladas este año", dijo ayer la consultora europea Agritel, luego de recorrer durante el mes pasado zonas claves para el cultivo. Según informó la agencia Reuters, la nueva proyección implicaría un aumento próximo al 12% sobre el nivel promedio de la cosecha de los últimos cinco años. Agritel calculó las exportaciones ucranianas de trigo en 19,5 mill./t. La semana pasada esta firma elevó de 79,2 a 81,7 millones su proyección sobre la cosecha de Rusia.
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