Anastasio “Gringo” Nievas (52), un productor de Miraflores, Chaco, le pidió ayuda a Jorge Capitanich para que hagan perforaciones en su campo y poder sacar agua
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En cada palabra, Anastasio “Gringo” Nievas (52) refleja la angustia que vive desde hace varios meses por la falta de agua para sus animales y para el consumo humano. La misma desesperación lo llevó a hacerle un reclamo cara a cara al gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, la semana pasada porque el ganado no tomaba agua desde hacía cuatro días y necesitaba evitar una mortandad y la pérdida de su única fuente de ingresos.
Mientras hablaba con LA NACION, a Nievas se le quebraba la voz porque intentaba contextualizar la situación que padecen en la zona rural de la localidad de Miraflores, donde vive con su familia. Hasta ahí llega un camión tres veces por semana que les provee agua, pero debido a la fuerte sequía y a un problema con una bomba las entregas comenzaron a ralentizarse. En dos oportunidades, el productor explicó que la última vez que llovió fuerte en esa región fue el 12 de diciembre de 2021, el resto fueron garúas que no sirvieron para llenar los pozos.
“Estaba muy angustiado porque hacía cuatro días los animales no tomaban agua. No tenía para darles, por eso no pude hablar. Él [Capitanich] se comprometió a hacer perforaciones acá, pero esto pasó la semana pasada. Estamos pasándola muy mal. Los reservorios se secaron, al igual que todos los pozos. Se están muriendo los animales de hambre y de sed, por eso, queríamos pedirle al Estado a ver si se hace presente”, dijo.
Después de haberle planteado al gobernador su situación en un encuentro con vecinos y el intendente de la localidad, contó, le mandaron camiones con agua desde Castelli, que gestionó el secretario de Obras Públicas local, Elías Solís. “Tengo un pozo de balde, me descargaron ahí, pero hoy [por el viernes] estuve llamando al intendente de Miraflores [Jorge Frank] porque tengo agua hasta mañana”, contó.
El jueves le dijeron que entre ayer y el lunes próximo iban a llegar a hacer las perforaciones en su campo, donde el año pasado tenían un pozo de 15 metros de donde sacaban agua, pero que se cerró. “La última lluvia importante fue el año pasado, después hubo lloviznas, pero no sirvió para que carguen los reservorios”, contó.
Nievas dijo que tiene alrededor de 50 cabezas de ganado vacuno que sufren por la falta de agua y que, al igual que él, hay otros productores de la zona que tienen chivos y cerdos, que están en la misma situación. Ese día de la queja le planteó al gobernador que perforen y coloquen una bomba en el campo y se realice a través de una financiación para poder hacerse cargo de los costos.
“Sabemos sufrir por el agua, pero nunca como ahora. El año pasado hice una perforación de 15 metros y vino gente de Buenos Aires a sacar muestras para ver si era apta para el consumo y determinaron que era buena, pero se fundió la perforación. Allí es donde yo necesito que el gobernador mande a hacer la perforación. Pero no sé si va a mandar a alguien”, dijo y contó que producto de la falta de agua se le murió una vaca que estaba preñada: “Se murió de sed”.
El productor también hizo un llamamiento al presidente Alberto Fernández y los diputados nacionales para que los ayuden a solucionar esta situación en la zona. “Le quiero decir al Presidente y diputados que miren el Chaco, porque nosotros les dimos el voto y ahora necesitamos de ellos. Ellos están allá, tranquilos, mientras todo el mundo está sufriendo. No podemos trabajar en nada por buscar el agua para los animales”, dijo.
Jorge Frank es el intendente de Miraflores (del radicalismo) y explicó que en esa localidad proveen agua en camiones a 1200 pequeños productores. “No damos abasto con el agua, el agua es una necesidad. Acá, 20 litros de agua como máximo; hay una gran cantidad de familias que necesitan agua”, puntualizó.
La empresa que les provee agua distribuye solo martes, jueves y sábado. El resto de los días brinda el servicio por red, pero ahora les dijeron que tenían una bomba rota. “¡Una excusa inadmisible! No puede ser que no puedan tener una bomba de repuesto. La gente no tiene agua para tomar y menos para los animales. Venimos de años sufriendo esto. Ahora se comienzan a ver animales muertos, producto de no hacerse las obras”, dijo.
Según explicó, le planteó al gobernador la necesidad de comenzar proyectos de represas con geomembrana para que el agua se pueda acumular en lugares estratégicos y que después sea más factible la distribución. Si bien en muchos lugares de la provincia se están haciendo perforaciones, en Miraflores no hay agua de calidad y abundancia en el subsuelo.
“En otros lugares se encuentra agua de calidad, pero son obra de 2 millones de pesos, es ahí donde el Estado tiene que estar para hacer aportes comunitarios por un problema común”, narró. Las represas de geomembrana cuestan, según calcula, entre $7 y $8 millones. Podrían atender la necesidad de 70 productores o más y es a esto a lo que apuntan los productores.
Para finalizar, Frank señaló que es imposible atender la necesidad de todos los productores con los cinco camiones que tienen para distribuir el agua en la región. “Necesitamos la asistencia del Estado nacional y provincial; tenemos que buscar una solución”, cerró.
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