Las carteras ministeriales de Salud, Ciencia, Medio Ambiente y Agroindustria presentaron esta semana un informe elaborado por un equipo interministerial que enumera principios y recomendaciones para la aplicación de fitosanitarios.
En el marco de esa presentación, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, remarcó la importancia del rol del Estado no sólo en la formulación de políticas públicas adecuadas sino también en su función de monitoreo y control. "La Argentina es muy dependiente de la agricultura para el buen desenvolvimiento de su economía", afirmó.
Y remarcó: "Tenemos una bifurcación en la práctica agrícola mundial: por un lado hay una agricultura industrial que produce alimento para millones de personas que simplemente quieren comer y que tienen que hacerlo en forma sostenible, priorizando el impacto ambiental y que requiere de nuevas tecnologías. Pero al mismo tiempo hay que tener en cuenta que esa agricultura industrial cada vez demanda menos mano de obra: hay una eficiencia que se contrapone a la creación de empleo".
En este sentido, remarcó: "Afortunadamente hay un fenómeno paralelo que es la aparición de este mercado de lujo responsable o consumo sustentable, este auge de productos agroecológicos y orgánicos que crece exponencialmente y es una tremenda oportunidad para la Argentina de producir este tipo de insumos", afirmó Barañao.
El ministro destacó, además, que existe un tremendo potencial de generar empleo a partir de la producción agroecológica u orgánica en el país, no sólo de productos orgánicos sino también fitoterapéuticos. "Estamos generando un acuerdo estratégico con Singapur para comercializar estos productos de alta calidad a los mercados asiáticos". Y destacó: "Acá sí hay un conflicto porque la presencia de productos fitosanitarios en los productos agroecológicos genera problemas de mercado", pero aclaró que existe una iniciativa de crear valles orgánicos o valles protegidos, separados del resto.
Barañao enfatizó: "Yo creo que son absolutamente compatibles los dos modelos agrícolas tanto el industrial, el intensivo, y este nuevo mercado de productos de alto valor agregado que genera trabajo de calidad". Por su parte, Luis Miguel Etchevehere agregó: "La Argentina es un gran productor a nivel de volumen con grandes producciones de cereales y carnes por ejemplo, pero también es el segundo exportador mundial de productos alimenticios orgánicos: ambos sistemas conviven de una manera coordinada".