
Empresas y cámaras se refirieron a una agilización de trámites contenida en la resolución 458 del Senasa
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Tras la publicación de una nueva resolución que modifica el sistema de registro de productos fitosanitarios en el país, la medida fue bien recibida por empresas y cámaras del sector. Destacaron la simplificación de trámites y la posibilidad de agilizar procesos que hasta ahora eran largos y engorrosos, así como de acelerar el acceso a nuevas tecnologías. Sin embargo, también advirtieron que la agilización no debe implicar una relajación en los controles sobre las formulaciones locales, y remarcaron que será fundamental que el Senasa refuerce sus sistemas de fiscalización para garantizar la calidad y seguridad de los productos que llegan al mercado.
La resolución 458/2025 del Senasa actualizó toda la normativa sobre estos productos. Entre los cambios más importantes se simplificaron los procedimientos administrativos: los registros podrán tramitarse con declaraciones juradas, lo que reemplaza procesos que antes resultaban largos y complejos. También se adopta el Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos (SGA/GHS), se habilita el uso experimental en etapas tempranas de desarrollo y se actualizan los criterios toxicológicos y ecotoxicológicos.

En diálogo con LA NACION, Diego Napolitano, presidente de la Cámara Empresaria de Distribuidores de Agroquímicos, Semillas y Afines Bonaerense (Cedasaba), consideró que se trata de un paso clave para modernizar un sistema que durante años fue demasiado lento. “Antes, un registro podía tardar entre tres y cinco años. Hay quienes han esperado hasta seis, incluso con todos los papeles en orden. Esto te da un pase rápido, lo cual reduciría considerablemente el tiempo para la obtención de registros”, explicó.
También destacó que esta normativa complementa una de 2024 que se enfocaba en grados técnicos, y que ahora alcanza a los productos formulados. En ese sentido resaltó que el Senasa reconoce como válidas las aprobaciones de organismos de referencia de países con los que Argentina tiene “convergencia normativa”, y otorga un registro transitorio por dos años mientras se completan estudios locales. “Eso es fundamental”, sostuvo.

Aun así, Napolitano fue claro en advertir que la simplificación no debe ir en contra del control: “Es muy bueno, siempre y cuando se mantengan los controles sobre el total de los productos que llegan a la Argentina. Hay que garantizar la calidad de las formulaciones y el control estricto que debe tener todo lo que hacemos quienes estamos en este medio”.
Por último valoró que el enfoque del Gobierno apunte a reducir la burocracia, algo que, según dijo, el sector venía reclamando hace tiempo. “Durante años lo único que se hacía era sumar papeles. Esto va en la dirección correcta”, aseguró. Y agregó que estas medidas ayudan a bajar costos en un contexto de fuerte presión fiscal. “Todo lo que implique menos pasos burocráticos significa una baja en los costos. Y el objetivo de fondo sigue siendo reducir las retenciones y otros impuestos”, concluyó.
Desde la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe) también destacaron los cambios, aunque señalaron que todavía hay aspectos por definir. Federico Landgraf, director ejecutivo de la entidad, sostuvo: “La resolución 458 mejora el sistema de registro, simplificando el proceso, reduciendo tiempos, digitalizando los trámites y apoyándose en los robustos sistemas regulatorios de un grupo de países de alta vigilancia. Como resultado de estos, se facilitará el acceso a la innovación y mejorará la competitividad del productor agropecuario”.
Igualmente, marcó que habrá que seguir de cerca cómo se implementa: “Aún estamos analizando la implementación de cuestiones operativas lógicas de una norma tan compleja. Sin embargo, confiamos en que el Senasa tomará en cuenta estas inquietudes y, eventualmente, la complementará para optimizar su aplicación”.
Subrayó la importancia de mantener la fiscalización: “La implementación de esta norma va a requerir que el Senasa se reenfoque y fortalezca sus sistemas de fiscalización y control”.
Crítica
En tanto, Carlos Milicevic, exvicepresidente del Senasa, fustigó: “Suena a otra norma riesgosa, similar a medicamentos [veterinarios], pero con productos que se liberan al ambiente y lo ponen en riesgo, y a las personas expuestas por cercanía, y a los consumidores. Encima es mas facilitación a importar sin muchos controles que a desregular”.
Agregó: “Espero que los diferentes sectores productivos y exportadores se expresen para intentar mitigar los riesgos de la norma. Conociendo a los profesionales del Senasa seguramente no han sido escuchados en su totalidad, esperemos el Gobierno, y sobre todo el Ministerio de Economía, de quien dependen estos temas, puedan corregir la norma”.




