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Un tomate con mayores rendimientos
Estudios: según un trabajo de la Facultad de Agronomía de la UBA la variedad de esta fruta cultivada hidropónicamente brinda mayores rindes.
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Estudios: según un trabajo de la Facultad de Agronomía de la UBA la variedad de esta fruta cultivada hidropónicamente brinda mayores rindes.
El tomate cultivado hidropónicamente demostró ser más rendidor y calificado que el desarrollado en tierra.
Luego de un estudio comparativo con tomates provenientes de un invernadero tradicional, ingenieros de la Facultad de Agronomía (UBA) comprobaron un mayor volumen no sólo por su superficie sino por unidad de peso en frutos correspondientes al invernadero hidropónico.
En cultivos de esta naturaleza, el suelo es reemplazado por un sustrato de materias inertes -sustancias que no reaccionan químicamente- que sirven de sostén y soluciones nutritivas. Esta práctica ancestral surgió con el objetivo específico de incorporarregiones sin disponibilidad de tierras cultivables a la agricultura, una caracterísitca irrelevante para un país tan extenso y apto como la Argenina.
"El método hidropónico -explicó el ingeniero agrónomo Fernando Vilella- facilita el manejo del cultivo porque permite una nutrición mejor regulada, una utilización más eficiente del agua y del fertilizante, una densidad de plantación mayor con el consecuente incremento de la producción por unidad de superficie y una desinfección del medio más fácil y a menor costo".
El estudio
Se compararon dos grupos de tomate híbrido "Iván" según el rendimiento en fruto, la materia seca (tallos, hojas, inflorescencias y raíces), la calidad nutritiva de la cosecha y la conveniencia económica.
La plantación se inició el 21 de agosto, con una densidad de 3,1 plantas por metro cuadrado. El cultivo hidropónico, realizado en canaletas con lava volcánica, obtuvo un rendimiento total medio de 3,9 kg/planta, mientras que el tradicional, un 2,4 kg/planta.
Su superioridad productiva se evidenció en la cosecha del 24 de noviembre, caratulada como "rendimiento precoz", y en la cosecha del 21 de diciembre, definida como "rendimiento total".
Los frutos de más de 5 cm de diámetro y sin podredumbre apical, clasificados como "comerciables", también fueron significativamente superiores en el cultivo sin tierra.
Lo mismo sucedió con la materia seca acumulada en la parte aérea, mientras que la acumulada en las raíces resultó superior en el segundo cultivo.
En cuanto a la calidad nutricional, el hidropónico logró mayor porcentaje de nitrógeno y el tradicional, mayor porcentaje de vitamina C, calcio y fósforo.
La historia
Los jardines colgantes de Babilonia, los jardines flotantes de los aztecas en México y los de la China imperial representan los primeros ejemplos de plantas cultivadas sin tierra.
Sin embargo, este sistema de cultivo fue desarrollado en forma más sistemática a partir del 1600. Las primeras experiencias se realizaron para determinar qué sustancias hacen crecer las plantas y su composición.
En 1930, el investigador Gericke, de la Universidad de California, llevó los ensayos de laboratorio de nutrición vegetal a escala comercial. Más adelante, la hidroponia comenzó a ocupar un puesto dentro de la horticultura con una base científica, reconociéndole sus dos principales ventajas: los altos rendimientos en sus cosechas y su especial utilización en las regiones más áridas.
Merced al desarrollo de bombas apropiadas, relojes, tuberías de plástico, válvulas y otros equipos, se ha podido automatizar por completo el sistema hidropónico, reduciendo el costo operacional.
Las mayores instalaciones hidropónicas para cultivo de flores y hortalizas se encuentran en Tucson (Arizona-EE.UU..), Phoenix (Arizona-EE. UU.), Abu-Dhabi, islas Canarias, Canadá, Holanda, Francia, Alemania y Japón.
Los costos
Como consecuencia de los altos costos, actualmente los cultivos hortícolas han evolucionado hacia su laboreo bajo cubierta. Hoy el cultivo hidropónico concentra la atención en forma creciente.
"La inversión -aseguró la ingeniera Silvia Portela- es similar a la construcción de los invernaderos y al sistema de riego, aunque diferencial en materiales y construcción de las estructuras con el medio de cultivo y en el sistema de fertirrigación.
Por Ana Mariel Weinstock
