Exportan especias desde los Valles Calchaquíes y el Valle de Lerma, en Salta

Molino Cerrillos es una empresa con más de diez años en el mercado que apostó a la exportación para hacer de su negocio un modelo rentable. Está dedicada a la fabricación, molienda y comercialización de especias, aromáticas, frutas secas, semillas y legumbres. Comenzaron a trabajar a comienzos de 2007 y actualmente abastecen a las principales especieras, frigoríficos e industrias del país, con una marca en el segmento de las especies premium. Fernando Dávalos y su mujer, Guadalupe Saravia, son los socios detrás de Molino Cerrillos.

“Comenzamos en 2007 de forma muy artesanal”, cuenta Dávalos. Arrancó su abuelo moliendo pimientos, lo siguió su padre y luego él. Empezaron en su casa, trabajando con pimientos, anís y otras especias. Más tarde, “una vez que definimos el producto, elegimos el lugar y armamos una fábrica chica”, recuerda. Su producción se ubica en Los Valles Calchaquíes y en El Valle de Lerma en Salta

Producen un 80 % para la industria a granel y un 20 % para la venta retail.

“No nos parecía que los productos del exterior fueran mejores y es así como nació la idea de producir especias y condimentos con materia prima argentina y que fueran de excelencia. Para una mejor conservación, hicimos un packaging donde no traspase la luz, y así evitar que el producto se deteriore”, comenta.

“Nuestra idea original fue abastecer a granel a diferentes industrias, frigoríficos, especieras, entre otros. Siempre con un valor agregado diferencial, sin usar aditivos ni conservantes artificiales, libres de gluten y con certificación orgánico en el anís y en el romero”, continúa. “Comenzamos con un porfolio de cuatro productos: anís, chía, perejil y pimentón. Con el tiempo y la experiencia fuimos agregando más productos. Hoy tenemos 21 productos desarrollados, y con gran orgullo”, añade.

Su foco en la calidad no se limita al proceso industrial ni al empaquetado, sino que también incluye a la materia prima. La empresa tiene su plantación propia de especias y legumbres, donde cosechan 395 toneladas al año de ají, 110 toneladas de pimentón y 50 toneladas de anís, entre otras.

A la hora de planear la comercialización en el exterior, Dávalos explica que querían dar el salto para que sus productos se conozcan en el exterior. “Estábamos muy convencidos de nuestra calidad y del tipo de producto que hacíamos. Eso nos dio mucha seguridad para empezar a intentar salir a mercados externos junto a una fuerte inversión en maquinaria”, reflexiona.

Grandes desafíos

Actualmente, existen diferentes problemas en la industria. “Uno de ellos es que estamos exportando poco ya que tenemos un dólar débil o poco competitivo”, dice el socio de la empresa. Y el otro inconveniente son los productos adulterados y la falta de control de los organismos, como el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) y Bromatología (Senasa). “Hay empresas que se dedican a adulterar los productos con salvado de trigo y harina de maíz con colorante según la especia, introduciéndolos en el mercado, siendo perjudicial para la salud de las personas y ejerciendo la competencia desleal”, denuncia.

Dávalos reconoce que el volumen de sus exportaciones está creciendo en términos de facturación. Destaca el valor de sus exportaciones durante 2021 y 2022, que fueron a países como Estados Unidos, Uruguay, Paraguay y Guatemala. Quiere duplicarlas para el 2023. “Siempre hemos crecido año tras año, y hemos tenido muy buena aceptación, por lo cual estimo seguir creciendo. Somos optimistas”, asegura.

Herramientas para exportar

Dentro de la industria alimenticia, se destacan las ferias internacionales del sector más importantes del mundo, como Gulfood Dubai (Emiratos Árabes), Food & Hotel (Vietnam), SIAL (China), World Food Moscú (Rusia), Anuga (Alemania) y Anuga World of Foods Beijing (China).

También es importante resaltar las diferentes herramientas de promoción comercial en las cuales se pueden incluir la participación en misiones comerciales específicas, (como por ejemplo las “semanas argentinas”), como así también misiones comerciales inversas, donde se invita a importadores y distribuidores de los países considerados estratégicos a conocer productos y así promocionar negocios en nuestro país. Además se pueden realizar visitas a zonas productivas y rondas de negocios.