La logística y la infraestructura como ejes de un posible crecimiento exponencial

¿Podría la logística y “su infraestructura asociada” tomarse como política de Estado? ¿Qué beneficios traería aparejada dicha estrategia para el empleo y la economía? ¿Existe algún modelo externo sobre el cual inspirarse? ¿Puede la logística y su infraestructura generar Inversión Directa Extranjera (IDE)?

Está más que claro que el oficialismo actual, así como también los oficialismos anteriores, ha fracasado rotundamente en hacer de la Argentina un país mínimamente comparable con Canadá, Australia, Nueva Zelanda o Noruega - algunos ejemplos exitosos y a los cuales Argentina tendría que, al menos, haberse aproximado, de haber comprendido su dirigencia ciertos conceptos básicos de estrategia global.

Tomemos algunos pocos segmentos que bien podrían brindar no sólo productividad a nuestra oferta exportable y eficiencia a nuestras importaciones, sino también podrían atraer IDE en montos sustanciales.

Ferrocarriles. Reactivarlos no sólo brinda competitividad a las industrias que están dentro de su rango operativo, sino que además ubican en el radar el concepto de factibilidad logística para un gran número de proyectos mineros y forestales que están hoy literalmente dormidos, y también a las economías regionales postergadas. Adicionalmente, y como lo comprueba la historia económica de Estados Unidos, Canadá y Australia; el tendido de vías genera desarrollo económico en sí mismo por medio de la instalación de asentamientos poblacionales, pequeñas industrias, comercio y servicios. El ferrocarril representó la unión de los “maritimes” o el este canadiense con el Pacífico uniendo Halifax con Vancouver en el segundo país más extenso del mundo, e integrando Canadá con Estados Unidos.

Corredores Bioceánicos. El proyecto del Túnel de Agua Negra que une Porto Alegre en Brasil con Coquimbo en Chile vía San Juan en la Argentina, debe dejar el tablero de diseño y ponerse en práctica urgente. La integración física con Chile debe ser un tema de “estrategia de Estado”, como forma de proyectar nuestra producción al Asia-Pacífico y la de Chile a Brasil y África, vía la Argentina. Recordemos que Brasil es el país de América Latinacon mayor inserción comercial y cultural en África - aspecto que la Argentina debiera aprovechar al máximo.

El ferrocarril norpatagónico que unirá Neuquén con Añelo en vistas a Vaca Muerta tampoco debe perder de vista el malogrado proyecto PRC (Potasio Río Colorado) en Malargue al sur de Mendoza, así como tampoco una extensión operativa para con Zapala y de allí a Chile con proyección al Asia-Pacífico. El primer caso se trata de un proyecto world-class de potasio, el cual una vez reencauzado requerirá tal vez hasta de un nuevo trazado en vistas a los gigantescos volúmenes de exportación que superarán la demanda y generará IDE.

El eje Zapala-Añelo y Zapala-Chile Región VIII como zonas aduaneras especiales orientados hacia los puertos de Talcahuano/Concepción-Coronel-Lirquen bien podría pensarse sobre la base de bi-trenes de 51 toneladas de carga útil y 25 metros de largo en una primera etapa y pasos fronterizos 24/7.

Hidrovía. Contar con 34 pies de calado no nos brinda economías de escala, ni genera la productividad que el país necesita para competir a nivel global. Basta mirar el Mississippi, la Gran Pradera Canadiense, y la Nueva Frontera Agrícola de Brasil.

Mar argentino. Todo un mundo por crecer con enorme impacto portuario-logístico con grandes oportunidades de inversión en todo lo relativo a offshore oil & gas. ¡Debemos observar Brasil!

Energías alternativas. Aquí los modelos a mirar son Suzlon en la India o Keppel en Singapur.

Industria naval. Chile, Perú, Colombia, a ellos hay que observar.

Energías marinas e industria naval. Desarrollemos la Patagonia y mucho más.

Terminales de carga aérea. ¡Todo el país las necesita!

El autor es director de la Diplomatura en Comercio Internacional y de la Diplomatura en Economías Regionales de la Universidad Austral