Confusión con los turnos, pero poca espera. Cómo fue el debut del nuevo sistema de atención en los bancos
Luego del caos registrado semanas anteriores, cuando los bancos reabrieron tras dos semanas de inactividad, las sucursales bancarias estrenaron hoy un nuevos sistema de atención.Para evitar las aglomeraciones en medio de la pandemia de coronavirus, implementaron un sistema de turnos para realizar algunos trámites puntuales y habilitaron las ventanillas solo para que cobren jubilados y pensionados que no cuenten con tarjeta de débito, según el cronograma habitual de la Anses.
Así, pudieron sacar turno para ser atendidas hoy aquellas personas con DNI terminado en 0 y 1 (o con CUIT terminado en esos números, en el caso de las personas jurídicas). Del mismo modo, tuvieron la posibilidad de acercarse a cobrar por ventanilla jubilados y pensiones con haberes menores a $17.859 y DNI finalizado en 1.
En una recorrida por distintos bancos, LA NACION pudo observar que, más allá de algunas sucursales puntuales, no hubo largas colas y el sistema debutó con cierto grado de organización. Sin embargo, sí hubo confusión con la gestión de turnos y mucha gente se acercó a los bancos sin tener uno. En muchos casos, para hacer consultas o para realizar trámites que no están habilitados todavía, como cambios de moneda.
A las 9.42, Mercedes Avendaño era la única persona esperando fuera del Banco Nación ubicado en Lacroze al 2600. Sin embargo, previendo que podrían formarse largas colas, había salido a las 7 de González Catán para acercarse a cobrar a esta sede.
Según relató, por la ventanilla del colectivo que la trajo desde su casa en la provincia al barrio porteño de Colegiales, vio algunos bancos con gente afuera. En efecto, en algunas zonas del Gran Buenos Aires sí se registraron filas desde temprano, aunque no de la magnitud de los primeros días tras a reapertura. "Acá está más tranquilo. Lo único que espero es que haya plata, porque ya mi bolsillo no da más", dijo Avendaño, con la boca tapada por una bufanda.
Según lo dispuesto por el Banco Central, a partir de hoy los bancos operarán con horario extendido y cerrarán dos horas después del cierre habitual en todo el país. Sin embargo, mucha gente prefirió sacar turno lo más temprano posible. Fue el caso de Mariano Galván, un hombre de unos 40 años que se acercó a la sucursal de HSBC de Cabildo al 900 para hacer un trámite personal que prefirió no especificar. "Saqué el turno por la web muy rápido, fue fácil", dijo el hombre, que tenía cita para las 10.20 y esperaba a junto a otras dos personas a que abriera la sucursal.
Por fuera del grupo de jubilados, pensionados, las personas físicas y jurídicas pueden pedir turnos para hacer gestiones que no impliquen pasar por las ventanillas de las cajas. Por ejemplo, realizar el retiro de tarjetas de débito o crédito, acceder a cajas de seguridad, abrir una nueva cuenta, gestionar un préstamo y requerir asesoramiento con un ejecutivo para gestionar claves, contratar productos o servicios, etcétera.
En el banco Piano ubicado en Cabildo a 1139, donde los primeros días de reapertura de bancos se habían registrado largas colas, abrieron las puertas puntualmente, a las 10.00. En ese momento un guardia con guantes y barbijo comenzó a chequear uno por uno los turnos -que también sirven como comprobante para circular en la vía pública- o la numeración del DNI antes de dejar pasar a los clientes e indicarles qué asiento del salón usar.
"Acá no se va a formar fila; recién ahora va entrando esta gente que estaba esperando y listo", dice, mirando a una fila de no más de nueve personas. Según cuenta, recibió la instrucción de no dejar ingresar a más de cuatro clientes por vez, con protección en la cara y mantener una distancia "de dos metros".
En la fila esperaba una mujer joven que no había sacado turno y pretendía ingresar a la sucursal a cambiar dólares. Cuando llegó a la puerta, el guardia devenido en personal de mesa de entrada le explicó que no está habilitada todavía esa gestión. Como ella, corrieron la misma suerte personas que se acercaron sin turno a renovar plazos fijos o retirar chequeras.
En las sucursales de Galicia, Itaú, Supervielle y BBVA ubicadas en cuadras cercanas las colas no excedían las cuatro o cinco personas y eran superadas largamente por la de algunos otros locales, como el de Correo Argentino, que cerca de las 10 tenía 20 personas esperando y, una hora más tarde, una cola que da vuelta a la esquina. Incluso cerca de las 11 de la mañana en el banco Provincia ubicado en Cabildo y Echeverría todas las posiciones de espera -marcadas con cinta amarilla sobre la vereda para obligar a los clientes a mantener la distancia- estaban vacías a los dos lados de la ochava.
En el banco BBVA ubicado en Cabildo al 732, en cambio, sí había dos colas pronunciadas, de alrededor de 20 personas cada una. Una para el pago de jubilaciones y pensiones, que avanzaba rápido, y otra más lenta para el resto de los trámites con turno. Entre la gente estaba Nora Romero, que llegó sin turno porque no pudo gestionarlo online. "Tuve problemas con las claves, entonces le escribí un correo al gerente, que me contestó y me dijo que viniera igual y hablara con él", cuenta Romero, que necesita prolongar sus plazos fijos y prefiere hacerlo de manera presencial. El mismo gerente fue quien salió a la vereda a las 10 en punto y les indicó cómo ordenarse, procurando mantener una distancia segura.
Anticipándose a una regulación que comenzará a regir el miércoles en la Ciudad de Buenos Aires, la gran mayoría de las personas que se acercaron hoy a los bancos tenían la boca y la nariz tapada de algún modo, muchos de ellos con barbijos caseros. Por ejemplo, en la cola del banco Patagonia había un hombre al que apenas se le veían los ojos por fuera de un barbijo blanco relleno de algodón, una mujer que había sumado también cofia y gorra y otra mujer con la cara cubierta por medio bidón de agua a modo de máscara.