Coronavirus: los empresarios negocian una apertura segmentada para evitar un "economicidio"
Los empresarios creen haber visto, como consecuencia de lo que implica la cuarentena obligatoria por el coronavirus, la voluntad presidencial de avanzar hacia una apertura segmentada de parte de la actividad que evite el colapso del sector privado, de las cuentas públicas en tiempos de pandemia y que desemboque en un "economicidio".
Sin embargo, en el Gobierno confirmaron que, pese a que "algunas actividades puntuales se irán abriendo", no se romperá la aislamiento cuando los números de los contagios con el virus comenzarán a escalar de manera significativa en el país.
El primer indicio se publicó en el Boletín Oficial. La Decisión Administrativa 450 amplió el listado de actividades y servicios declarados "esenciales en la emergencia". Allí aparecen venta de insumos para la construcción en corralones, actividad forestal y minera, exportaciones e importaciones, combustible nuclear, fumigación, mutuales e inscripción y documentación de personas. Ninguna tarea sanitaria fundamental.
La actividad bancaria, "esencial" para la economía y que tendría su prueba de fuego ayer, colapsó en su intento de dar los primeros pasos hacia la normalización justamente con la población que se había intentado proteger del virus: los jubilados y los más pobres. Ese colapso es, nada mas y nada menos, que la contracara de la necesidad social.
En ese marco, Alberto Fernández recibió en la residencia de Olivos a Jorge Di Fiori, Eduardo Eurnekian y Alberto Grimaldi. "El Presidente tiene bien en claro la situación económica", describieron a LA NACION desde la Cámara Argentina de Comercio y Servicios después de la reunión. Allí estuvo también el círculo íntimo del Presidente: Santiago Cafiero, Gustavo Béliz, Juan Manuel Olmos y Julio Vitobello. Ningún ministro del área económica fue parte de ese primer encuentro, según supo este medio.
Al mediodía, el Presidente se reunió con la CGT y más tarde, fue el turno de la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA), que pasó por la misma residencia presidencial. Allí estuvieron, Miguel Acevedo y Daniel Funes de Rioja, entre otros directivos, incluso alguno del Grupo Techint. Allí estuvo además el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
"Hablamos de cómo va a ser el día después de esta cuarentena, cómo se iba a empezar a producir y sobre qué pasa con las industrias hoy llamadas esenciales", dijo Acevedo en conferencia con Kulfas, quien dijo que habrá nuevas reuniones el martes que viene.
"(La reunión) será para empezar a programar, de manera ordenada", dijo Kulfas sobre la salida de la cuarentena. Luego volvió a aclarar que, a pesar de las dificultades actuales de la economía, para el Gobierno el objetivo primordial es la salud de los argentinos. En tanto, el ministro criticó a los bancos que no están acelerando el pago de salarios con créditos, algunos de los cuales son con fondos de garantía aportados por el Gobierno.
"No puede ser que estén abiertas veterinarias, ferreterías, los supermercados y no los bancos. El empresario tiene que depositar y muchas entidades del interior no están recibiendo los depósitos porque no tienen la tecnología", explicó un comerciante, que dijo que luego de la reunión Beliz quedó a cargo de una mesa para discutir opciones.
Como sucedió, sin suerte, con los bancos y con las demás actividades, los empresarios confían en que se puede ir "desregulando" la cuarentena incluso con otras tareas "esenciales" antes del 13 de abril.
Hoteles y restaurantes
Incluso, uno de los presentes lo escuchó al Presidente decir: "Tengo bien claro cual es la situacion de la hotelería y de los restaurantes". No quedó, parece, ningún resquemor con los hombres de negocios luego de que días atrás los llamara miserables y los dijera que había llegado la hora de "ganar menos". Es que ese impacto en el sector privado repercutió, con pocos días de cuarentena, en la recaudación de marzo, que cayó 10% en términos reales (el IVA se derrumbó un 20%). La situación promete ser peor en abril. El titular de ARBA, Cristin Girard, previó una baja del 40% en sus recursos el mes que viene. La provincia más pobre y con más casos de coronavirus perdería hasta 17.000 millones.
La Cámara de Comercio dio ideas. Que primero vuelvan a sus trabajos quienes vivan a menos de 5 kilómetros de sus casas, los que no requieren el transporte público. Que haya horarios flexibles, para evitar colectivos, subtes y trenes llenos. Y que se flexibilicen las restricciones que afectan a la logística del comercio electrónico. ¿Es este último un punto de desacuerdo de los empresarios con el elogiado presidencial Hugo Moyano, sindicalista que mantiene una batalla dentro de Mercado Libre por el encuadramiento gremial de sus empleados?
Claro que los hombres de negocios volvieron a pedir créditos blandos, pero a tasa 0% no al 24%, y automáticos para pagar salarios; postergación de impuestos en marzo y abril (y cuotas para deudores), exenciones de contribuciones patronales y la suspensión de todo regimen de recaudación anticipada de gravámenes. No hubo respuestas. La discusión continuará el martes.
Con la colaboración de Maia Jastreblansky
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