
Desalojo en Córdoba
Acción: la policía desalojó a los obreros que ocupaban la antigua Cervecería Córdoba desde hace más de tres meses.
CORDOBA.- La Cervecería Córdoba, que permanecía ocupaba desde hacía más de tres meses por un grupo de operarios, fue desalojaba en la madrugada de ayer por efectivos de la policía provincial, en un operativo en el que fueron detenidas 11 personas; entre ellas, el gremialista local Elías Cabrera.
Más incidentes volvieron a producirse cerca del mediodía cuando una manifestación de cerveceros y familiares irrumpió en una plaza céntrica en la que se realizaban los preparativos para conmemorar un nuevo aniversario de la muerte del general San Martín.
El choque de los manifestantes con la policía, que arrojó como saldo otras 22 detenciones, se produjo cuando el grupo intentó incendiar el palco oficial. La cervecería quebrada había sido adjudicada en mayo último al grupo chileno CCU-Luksic, que no pudo tomar el control de la marca y sus instalaciones porque se lo impidieron sus 160 ex empleados.
El final para un conflicto
La policía local puso fin a 100 días de ocupación de las instalaciones de la Cervecería Córdoba, un episodio que se había erigido en un caso testigo para la seguridad jurídica provincial, ya que amenazaba la continuidad de una inversión empresarial.
Con instrucciones del fiscal Pablo Sironi, los efectivos eligieron con cuidado el momento para actuar: lo hicieron por la madrugada, cuando se encontraban en la planta apenas 17 personas, que no ofrecieron resistencia.
El gremio cervecero, agrupamientos sindicales y agrupaciones políticas encabezaron, posteriormente, una manifestación en las inmediaciones de la cervecería y de la sede policial en la que fueron alojados los 11 detenidos que arrojó el procedimiento. Luego, pasado el mediodía, intentaron una protesta en la Plaza San Martín, minutos antes de los actos en homenaje al prócer, y se produjo una nueva refriega que terminó con otros 22 detenidos.
Anoche, al cierre de esta edición, un sector del gremialismo se esforzaba por sumar consenso para una medida de fuerza en solidaridad con los cerveceros desalojados.
En la Cervecería Córdoba se jugaba la suerte de algo más que un conflicto gremial. El tema se había convertido en un argumento negativo a la hora de decidir futuros proyectos de inversión en esta provincia, al punto que el sector de los empresarios le dio la dimensión de caso testigo y alertó sobre la débil seguridad jurídica local.
La cervecería quebrada fue adquirida en abril por la Compañía de Industrias Cerveceras SA (Cicsa), liderada por el grupo chileno CCU-Luksic, que pagó algo más de $ 8 millones de pesos. Pero nunca llegó a tomar posesión de la misma porque los ex operarios demandaban ser considerados como parte de sus activos.
Los chileno son fuertes en el negocio de las cervezas. Tienen en su país la licencia de Budweiser y, en la Argentina, ya compraron las marcas Schneider, Santa Fe y Salta.