Dólar blue: por qué se paga menos por los billetes de US$50 y de US$20

Cuestión de caprichos de la oferta y la demanda, complicaciones logísticas y simplemente una ventaja más: la combinación de esos tres factores hacen que todos los billetes que no son de US$100 (ni de "cara chica") se paguen hasta $2 menos en el mercado paralelo.

Es otro de los "requisitos" de un mercado donde no hay reglas del juego ni autoridad que valga y que impone sus propias normas para tratar con los clientes. Así lo explicaba un operador con décadas de experiencia: es una regla tácita de los jugadores del dólar blue que también se aplica a la inversa. Es decir, quien quiera comprar dólar cambio chico también podrá adquirirlo a un precio menor.

Por un lado, y como en el caso de los pesos, más billetes por una determinada cantidad nominal de dólares significa más espacio para guardar y más peso para transportar. Por el otro, y lejos de lo que sucede en momentos en los que hay mayor movimiento por vacaciones y viajes, el cambio chico no está siendo particularmente demandado por estos meses.

Si se trata de una venta grande y la mayor parte del total está en billetes de US$100 (los de mayor denominación de la economía estadounidense), entonces no hay mayores inconvenientes, admiten los "arbolitos" y representantes de las cuevas, que desarrollan un negocio ilegal.

El problema llegaría, por ejemplo, si se intentara vender una suma total de US$1000 con 50 billetes de US$20: en ese caso, la norma del "descuento" se aplica.

De ese modo, y tomando las cotizaciones de ayer ($162 para el blue comprador), si la persona vendiera esos US$1000 con 10 billetes de US$100 recibiría $162.000. En tanto, si lo hiciera con 50 billetes de US$20, se llevaría $160.000, a razón de $160 por dólar.

En el sistema formal estos billetes también tienen sus curiosidades. Cuando encargan una importación de dólares para abastecer a sus clientes, los bancos evitan los papeles de denominación menor por un tema de costos (son más unidades por la misma cantidad nominal de dinero). Pero, además, lo usual es que, cuando un cliente retira dólares de una cuenta, prefiera que le entreguen billetes de US$100.

A su vez, las entidades financieras activan con menor frecuencia el mecanismo inverso, la exportación de dólares. Generalmente, en esas partidas se incluyen los menos solicitados: los de cambio chico y, cada vez más, los de US$100 de "cara chica". Estos viajes se realizan con menor frecuencia porque se requiere una cantidad importante de papeles que justifique ese gasto.

Sucede que, con el dólar "cara chica", pasa algo similar a lo de los billetes de menor denominación. En el circuito blue, se paga hasta un 5% menos por estos papeles. Son billetes que, por prejuicios, se vuelven indeseables. En este caso en particular, sucede lo mismo en casas de cambio, y se generó rechazo entre los clientes de los bancos que los reciben por caja cuando van a retirar sus dólares.

El rechazo de los "cara chica" está relacionado con información errónea respecto de la validez de estos billetes y con alguna aversión en otros países de la región, como Brasil y Paraguay, así como naciones de África y Asia. Como se trata de una serie más antigua, que se imprimió entre 1914 y 1996, muchas personas creen que no están más en circulación, pero esto no es así.

En la página de la Reserva Federal (Fed, el banco central estadounidense) se detalla que "todos los estilos de la moneda estadounidense son de curso legal, independientemente de su fecha de emisión", siempre y cuando los papeles hayan sido emitidos desde 1914 en adelante.

La serie "cara chica" se imprimió entre 1914 y 1996. Tiene la figura de Franklin más chica y el marco ovalado. Luego, desde 1996 hasta 2013 se emitieron los papeles con una "cabeza" más grande y el marco. La serie actual incluye la figura del político y científico, pero sin el marco.

Con respecto al "cambio chico", es algo propio del mercado paralelo. En casas y agencias de cambio (cerradas desde el 19 de marzo), estos billetes tienen la misma validez que los de US$100 de emisiones más nuevas.