Pese a tratarse de un objetivo bastante modesto, el crecimiento económico de 0,5 por ciento que el Gobierno proyecta para este año parece cada vez más difícil de alcanzar. Por el contrario, distintos informes que se conocieron ayer dan cuenta de una fuerte contracción en importantes áreas de la economía.
El mes pasado, de acuerdo con las estimaciones de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), la producción industrial registró una caída de 9,7% frente a agosto de 2013. Fue la sexta caída interanual consecutiva y la segunda en torno al 10% en lo que va del año.
En el acumulado de enero a agosto la industria sufrió, según FIEL, una caída de 5,1 por ciento respecto a igual período del año pasado.
Otros informes dan cuenta de la crisis que atraviesa el sector fabril. De acuerdo con las estimaciones de Orlando J. Ferreres y Asociados (OJF), la industria cayó 6,1 por ciento en agosto y 3,3 por ciento en el acumulado de los primeros ocho meses del año.
Tanto FIEL como OJF destacan que la caída de la industria no responde al mal desempeño de un sector en particular, sino a una crisis casi generalizada.
"Siguiendo la clasificación de la actividad industrial por tipo de bien, se tiene que la producción retrocede en cada uno de ellos en los primeros ocho meses del año y en la comparación interanual", dice el informe de FIEL.
"En agosto, la mayor parte de los sectores que componen la industria local aceleraron su caída", resalta, por su parte, Orlando Ferreres, si bien advierte que "la caída de la industria se encontró principalmente explicada por la crisis del sector automotor".
Las cifras oficiales también reflejan la crisis industrial. En julio (último dato disponible), el Estimador Mensual Industrial (EMI) del Indec registró su duodécima caída interanual consecutiva.
La inversión, de la que dependen los resultados futuros de los sectores productores de bienes, también continúa deteriorándose. Según un informe de OJF difundido ayer, la inversión bruta interna (medida en volumen físico) registró en agosto una caída interanual de 3,5%.
Esa baja responde a una contracción de 3,8% en la inversión en construcción (lo que coincide con el mal desempeño del sector que viene reportando el Indec) y de 2,6% en la inversión en equipo de producción durable. Esta última caída se explica en su totalidad por el desplome de 12,4% en la inversión en maquinaria y equipo de producción nacional.
En el acumulado de los primeros ocho meses del año la inversión interna registra una caída interanual de 2,5%.
Para los próximos meses las perspectivas no son favorables: "En un contexto de creciente incertidumbre respecto del destino de la economía y deterioro del nivel general de actividad, esperamos que continúe la caída de la inversión", dice el informe de OJF.
Ayer, el Indec admitió ese deterioro de la actividad: según el organismo oficial, en la primera mitad del año el PBI creció apenas 0,1% (ver aparte). Los analistas privados creen que en el año completo la actividad mostrará una contracción no menor al 1 por ciento.
Más números rojos
También el consumo privado, principal motor de la actividad durante el kirchnerismo, presenta números en rojo. Según un informe difundido ayer por la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA), en agosto la actividad comercial en esa provincia cayó 6,2% frente al mismo mes del año pasado.
El informe, que se basa en los resultados de 300 comercios a lo largo de la provincia, da cuenta de caídas en las ventas de alimentos (-8%), indumentaria (-2,8%) y electrodomésticos y artículos para el hogar (-8,1%). En "otros rubros", que incluyen ventas de materiales para la construcción, jugueterías y librerías, estaciones de servicio, gastronomía y bazar, la caída fue de 4,5 por ciento.
Días atrás, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) había reportado que las ventas minoristas en todo el país cayeron 9,3% en agosto, que fue, según el informe, "el peor mes en cinco años". Para CAME, que reporta ocho caídas interanuales consecutivas en las ventas minoristas, los resultados de agosto responden al "menor poder adquisitivo de las familias", que provocó un ajuste "contundente" de la demanda. Esa tendencia no pudo ser revertida ni siquiera por "las liquidaciones anticipadas, los descuentos o las facilidades amplias de financiamiento que nuevamente comenzaron a ofrecer muchos comercios". El informe también señala que "en agosto se incrementaron los rechazos de tarjetas por fondos insuficientes".
