Grandes depositantes de dinero son castigados con recargo bancario en EE.UU.
En una de las últimas señales de las preocupaciones en torno de los turbulentos mercados mundiales, el Bank of New York Mellon Corp. (BNY Mellon) se prepara para cobrar a algunos de sus grandes depositantes por guardar su dinero en efectivo.
El banco estadounidense, que tiene bajo custodia los depósitos de otras empresas e instituciones, dijo en una nota a los clientes que a partir de la semana próxima comenzará a cobrar una suma a aquellos que en el último mes hayan incrementado significativamente los saldos de sus depósitos.
El banco mencionó los altos depósitos que ha recibido en las últimas semanas, a medida que los inversionistas y las empresas se alejan de los mercados financieros en medio de las crisis de deuda en Europa y el reciente debate sobre el nivel de deuda del gobierno de EE.UU.
"En cierto modo, están mostrando la puerta de salida al dinero que ha llegado en las últimas semanas, o al menos tratando de compensar los costos asociados con recibir ese efectivo", indicó Brian Smedley, estratega de tasas del Bank of America Merril Lynch.
De hecho, la decisión del banco envió el jueves a los fondos mutuos que operan en el mercado de dinero y a las instituciones financieras en dificultades a poner su dinero a trabajar en mercados a corto plazo, provocando la caída de tasas en muchas inversiones. Los precios de bonos del Tesoro subieron, arrastrando hacia abajo sus rendimientos. Las tasas de interés en los acuerdos de recompra de valores a un día se desplomaron.
El costo de los préstamos a un día en este mercado cayó por debajo de cero, luego de comenzar el jueves en torno a 0,08%. "El cálculo para determinar lo que uno mantendría en lugar de dinero en efectivo ha cambiado debido a este nuevo recargo", señaló Alan De Rose, director general de operaciones con títulos públicos en Oppenheimer & Co.
Durante las últimas dos semanas, los fondos del mercado monetario, los tesoreros de empresas y las casas de inversión retiraron valores que vencen en más de un día para guardar su efectivo en cuentas bancarias del BNY Mellon y de otros bancos con operaciones de custodia, como el J.P. Morgan Chase Co., que no ganan intereses, pero que están asegurados por la Corporación Federal de Seguros de Depósitos de EE.UU. (FDIC, por sus siglas en inglés).
La medida de BNY Mellon refleja las tensiones que afectan a la economía de EE.UU. y al sistema financiero mundial. En respuesta a la recesión y la recuperación anémica, la Reserva Federal ha llevado las tasas de interés a cero y ha comprado US$2,6 billones (millones de millones) en hipotecas y papeles del Tesoro. En el proceso, inundó con efectivo el sistema financiero.
Los bancos con operaciones de custodia se convierten en típicos refugios cuando los mercados financieros se descontrolan. Actúan como protectores de activos, dinero en efectivo y valores depositados como garantía de préstamos a corto plazo para sus clientes, y procesan pagos y liquidan operaciones en el mercado de recompra de valores. Pero en la actualidad, los bancos e inversionistas son reacios a poner su dinero a trabajar, a raíz de su preocupación por el panorama económico. Con ningún otro lugar para colocarlo, lo depositan en bancos.
El BNY Mellon dijo que cobrará 0,13% más un cargo adicional a los depositantes que tengan cuentas con un saldo mensual promedio de US$50 millones, "si el rendimiento de los bonos del Tesoro a un mes cae por debajo de cero", de acuerdo con una carta revisada por The Wall Street Journal. El recargo será efectivo sobre las cuentas que estuvieran activas al 8 de agosto.
"En el último mes, hemos visto un creciente nivel de depósitos en nuestro balance de los clientes que buscan un refugio seguro a la luz de la tasa de interés mundial y el entorno del crédito", expresó el banco este jueves en un comunicado por correo electrónico. "Hemos notificado a algunos clientes con niveles de depósitos extraordinariamente altos que vamos a empezar a aplicar un cargo de 13 puntos base sobre el exceso de depósitos. Los clientes que mantengan niveles de depósitos habituales no se verán afectados".
The Wall Street Journal