
Kirchner hizo un llamado a no consumir más carne
Lo propuso para conseguir que bajen los precios; dijo que los consignatarios son "pícaros"
1 minuto de lectura'
Tras el descenso del ingreso de cabezas de vacunos ayer en el Mercado de Liniers, el presidente Néstor Kirchner, visiblemente contrariado, hizo un llamado a los consumidores de todo el país para que dejen de consumir carne hasta que los precios de este producto bajen. "Compren menos carne si no bajan el precio", dijo Kirchner, aunque más adelante fue más enfático: "Es decir, no compren".
El Presidente resolvió la semana última suspender las exportaciones de carne por 180 días, en un intento de que aumente la oferta en el mercado interno y desciendan los precios para el consumo doméstico. Si bien el viernes último, tras el anuncio, aumentó la oferta y el precio de la hacienda descendió un 14,8% en el Mercado de Liniers, luego la oferta descendió desde anteayer.
En medio de versiones sobre la intervención o clausura de Liniers, Kirchner afirmó que existen maniobras especulativas de los consignatarios de hacienda que operan en esta plaza concentradora. A su vez, ratificó el cierre de las exportaciones de carne: "Sigo firme", afirmó. A lo que agregó: "Si tengo que poner 180 días, 360 días, lo voy a seguir haciendo".
De este modo, Kirchner convocó a un boicot al comercio de un producto, en este caso la carne, similar al que había formulado contra la empresa petrolera Shell en marzo del año último, cuando esa compañía anunció aumentos en los precios de los combustibles. Aquel boicot contó con la colaboración de grupos piqueteros afines a la Casa Rosada que bloquearon estaciones de servicio de esa empresa (ver Página 2).
Kirchner explicó su convicción de que el aumento del precio de la hacienda responde a maniobras especulativas en el Mercado de Liniers. "Sabemos que son ustedes, señores consignatarios", acusó Kirchner. "Es muy importante el estado de conciencia de la sociedad. Ya lo vimos en otros temas que pasaron y dieron muy buenos resultados", dijo, en referencia al conflicto desatado con la petrolera Shell. El pedido lo hizo al encabezar un acto en la Casa Rosada, donde anunció obras públicas en la provincia de Río Negro.
"Compren menos carne si no bajan el precio. No por culpa de los carniceros, que no tiene nada que ver con este tema. Ya sabemos bien quiénes son los responsables", dijo el jefe del Estado.
"Hagamos sentir el poder de consumo de los argentinos. Que no somos más tontos. Estamos dispuestos a que las cosas se equilibren. Que bajen sí o sí los precios", agregó. "Pueden ayudar muchísimo en esta tarea. Que no nos vendan al precio que ellos quieren, como si nosotros tuviéramos que abalanzarnos a pagar cualquier cosa", dijo Kirchner.
"Empujar el precio"
El Presidente denunció que los precios se arreglan de acuerdo con los intereses de los consignatarios. "Se pone el consignatario y dice: «Tráigame tres jaulas, dos, cuatro»; ésta es la libre competencia que ellos dicen: han traído 2000 animales ayer -por anteayer-, 6000 hoy -por ayer-, para tratar, si pueden, de empujar sobre el precio", dijo. "Eso de que es libre oferta y demanda no lo cree nadie, y más viendo los procedimientos de los consignatarios", aseguró, categórico. "Ya sabemos cómo hacen, cómo se mueven, son picardías que ya en la Argentina no tienen más cabida ni más espacio, ni los argentinos estamos dispuestos a aceptarlas", agregó.
El presidente del Centro de Consignatarios de Productos del País, Jorge Aguirre Urreta, prefirió no responder a las acusaciones de Kirchner: "Estamos analizando una propuesta con toda la cadena de ganados y carnes para empezar una etapa de acercamiento con el Gobierno", dijo ante la consulta de LA NACION.
El Mercado de Liniers, que quedó en el ojo de la tormenta, ayer operó con valores en alza un 5,36% respecto de anteayer. De todos modos, el aumento no superó las bajas registradas el viernes pasado, cuando ingresaron cerca de 25.000 animales.
Anoche habían llegado al atracadero de Liniers apenas 1800 vacunos y se estimaba para hoy una entrada total cercana a las 6000 cabezas, una cifra inferior a lo habitual en unos 4000 animales.
También Kirchner se refirió a la situación denunciada por los frigoríficos exportadores respecto de despidos y cierre de plantas. "No nos van a correr amenazando con que van a echar gente como si fueran ganado. El Estado nacional y el provincial darán todo el respaldo necesario para terminar con este tipo de extorsión. Se terminó. La gente es gente y tiene derechos y atribuciones", esgrimió, al tiempo que sostuvo: "Acá no va a haber pato de la boda".
Sobre el final de su alocución, Kirchner deslizó un gesto para con los productores, a los que calificó de gente "bellísima" como una forma de diferenciar al sector productivo del comercializador de carnes y ganados.




